Oviedo - Después de un partido que exigió a los futbolistas un enorme desgaste físico, pero del que Osasuna no pudo sacar nada positivo al encajar su tercera derrota liguera consecutiva, los jugadores del conjunto navarro se marcharon fastidiados. Así lo reconoció el delantero Quique González, que, sin embargo, no tardó en enviar un mensaje de optimismo. “Es una derrota más y ya van tres seguidas, por lo que el equipo está jodido, pero no vamos a bajar los brazos porque sabemos cuál es el camino y estamos deseando de que llegue el próximo partido para ganar y volver a ser lo que éramos antes”, argumentó el atacante rojillo, para quien el terreno de juego del Carlos Tartiere estaba “impracticable”. “Ha habido mucho pelotazo, pero ellos han tenido el penalti y la jugada del gol, mientras que nosotros hemos hecho algún acercamiento, aunque sin crear demasiado peligro. Era un partido de pequeños detalles y se lo ha llevado el Oviedo porque ha aprovechado su ocasión”, resumió Quique.

“Este resultado no nos tiene que descentrar y es ahora, en los malos momentos, cuando más juntos tenemos que estar”, añadió el delantero de Osasuna. “Cualquier equipo puede pasar por una racha negativa, pero no debemos olvidar que hemos hecho cosas buenas como estar 12 partidos sin perder. Es un pequeño bache del que se sale sumando tres puntos ante nuestra gente”, deseó.

De la misma opinión era Fran Mérida, al que le tocó sufrir sobre el césped de un Carlos Tartiere en el que, a su juicio (también el de muchos otros), “era imposible jugar”. “Ellos nos han apretado al principio y han aprovechado una de las dos ocasiones que han tenido, mientras que nosotros no hemos podido hacerlo en la media que hemos creado”, señaló con tono crítico. Para terminar, el centrocampista catalán se quejó de que “no hemos hecho daño a balón parado”, aunque defendió que “ni hace un mes éramos los mejores de la categoría ni ahora somos una banda”.