pamplona - El navarro Íñigo Eguaras (Ansoáin, 07/03/1992), mediocentro del Zaragoza, regresa mañana a Pamplona para enfrentarse en El Sadar a Osasuna. Los dos equipos que se enfrentaron en La Romareda en la primera vuelta han mejorado aquellas versiones. El Zaragoza ha enlazado una racha de resultados con Víctor Fernández, tercer entrenador de la temporada, que le han permitido salir de las posiciones de descenso, mientras que Osasuna, que tardó en arrancar, ha perdido uno de los últimos once encuentros. Además, los pupilos de Jagoba Arrasate han hecho de El Sadar un fortín inexpugnable, donde, salvo dos empates, han contado como victoria los otros diez encuentros. Con sus amigos y familiares en la grada, el centrocampista de Ansoáin, que lució la capitanía del equipo aragonés por primera vez la semana pasada, espera un partido bonito tanto para el jugador como para el aficionado.

¿Cómo llega el Zaragoza al encuentro?

-La verdad es que las sensaciones están siendo muy buenas. Desde la llegada del nuevo entrenador (Víctor Fernández) creo que el equipo ha respondido muy bien y tenemos muchas expectativas puestas en el partido del sábado.

Con Víctor son ya tres los entrenadores que han pasado por el Zaragoza y habla de que el equipo ha respondido bien. ¿Cómo es posible hacerlo en tan poco tiempo en mitad de la temporada?

-Bueno, yo creo que al final Víctor es un entrenador muy experimentado que a lo largo de su carrera también habrá vivido situaciones así y la verdad es que en la primera charla que tuvimos cuando llegó al vestuario nos dijo que tuviéramos más confianza en nosotros, que creyésemos en nosotros y creo que esa fue la frase perfecta para definir lo que nos estaba faltando, que era esa confianza.

Esa confianza que le podía faltar al equipo hizo que estuviera sumergido en una montaña rusa que pasó de estar en puestos de promoción de ascenso a tocar el descenso...

-Sí, la verdad es que la temporada la empezamos muy bien. Sí que es verdad que en casa el equipo no estaba sacando resultados muy positivos pero el equipo estaba trabajando muy bien. Luego sí que es verdad que cuando vino Lucas Alcaraz la dinámica no fue la esperada, no fue muy buena, y una vez que llegó Víctor la cosa cambió.

Y cuando la dinámica no es buena, el ambiente en la ciudad y en la afición se enrarece...

-Sí, por supuesto. Sabemos que esta ciudad vive mucho el fútbol y la afición es una afición que está siempre pendiente del Zaragoza, vive por el Zaragoza y al final los jugadores esa presión la notamos. Ahora que todo va bien se nota. Ya el otro día se notaba ante el Albacete que La Romareda estaba rozando el lleno, cada partido que jugamos fuera se va viendo que la afición nos va acompañando cada vez más. Al final eso es de agradecer y se ve que ha vuelto otra vez esa ilusión que necesitaba el zaragozismo.

Y con esa ilusión de la que habla han vuelto unos puntos que han provocado que el equipo se encuentre ocho puntos por encima del descenso y a nueve de los puestos de promoción de ascenso. ¿Se habla ya de la posibilidad de rozar esos puestos de promoción?

-Bueno, lo primordial ha sido el salir de ahí abajo. Llevábamos una racha un poco mala y a raíz de esta segunda vuelta hemos tenido la oportunidad de salir de ahí abajo, pero bueno, vamos a ir partido a partido, que eso es lo que nos va a marcar qué techo tenemos y el objetivo del play off se ve difícil, pero no imposible.

En su segunda temporada en la capital aragonesa, la confianza que los compañeros tienen en usted ha hecho que portase en la última jornada ante el Albacete el brazalete de capitán por primera vez...

-Sí, bueno, al final fue una anécdota porque el entrenador quería que el capitán fuese un jugador de campo, porque en sí el capitán era el portero (Cristian Álvarez), que le tocaba a él, pero se queda solo en una anécdota.

Las buenas sensaciones de las que me hablaba antes las podemos ver también en su próximo rival, Osasuna, que en liga no ha perdido todavía en El Sadar...

-Osasuna se ha hecho en casa un equipo muy fiable y puntuar allí está siendo muy complicado. Pero bueno, sabemos que allí la afición aprieta muchísimo y que están en una dinámica muy positiva. Nosotros vamos a ir con la idea de sacar los tres puntos y vamos a ver con qué partido nos encontramos.

Como navarro, supongo que para usted el partido será especial por jugar en El Sadar...

-Sí. Siempre he dicho que para un navarro jugar en su casa siempre es especial, sabiendo que tu gente, tu familia y tus amigos están en la grada. Sí que es verdad que nunca he jugado en Osasuna, pero el cariño que se le tiene por ser el equipo de tu tierra hace que el partido sea especial.

Al igual que el Zaragoza ha cambiado su imagen, Osasuna no es el mismo que se presentó en La Romareda en la primera vuelta...

-Yo que le sigo bastante, se veía bastante que le costó mucho arrancar. Llegó un entrenador nuevo, más o menos la plantilla era muy parecida a la del curso pasado y se está viendo que las ideas del entrenador las han plasmado, el equipo se ve que es muy fiable, que es difícil hacerle ocasiones y que si está arriba es por méritos propios.

¿La rivalidad que muestran las aficiones hace que sea un partido en el que hay en juego algo más de tres puntos?

-Sinceramente, tampoco sé cómo se vive este partido entre las aficiones, lo que sí es seguro es que para el jugador va a haber un ambiente muy bonito, va a ser un ambiente que cualquier jugador quiere vivir. Creo que entre las aficiones sí que va a haber ese ambiente que haga que haya en juego algo más que tres puntos.

¿Hasta qué punto puede influir la afición en un partido así?

-Yo creo que hasta el punto en el que el equipo se sienta arropado, cuando no tenga aliento sienta esa fuerza de la afición que le de esas ganas o ese plus al jugador. Al final nosotros lo vemos aquí en La Romareda cuando jugamos en casa y eso, en una afición como la de Osasuna, también se ve.

Además, el ambiente en sí está garantizado. El Sadar ha colgado el cartel de que no quedan entradas y desde Zaragoza también se va a desplazar gente

-Me enteré que las entradas estaban agotadas tanto allí como aquí y es verdad que va a ser un partido muy bonito tanto para jugarlo como para presenciarlo.

Usted conoce a Íñigo Pérez desde pequeño, de la Txantrea y de la residencia en Bilbao. ¿Han tenido oportunidad de mandarse algún mensaje?

-No, la verdad que no he hablado nada ni con él ni con otros jugadores que conozco. La verdad es que durante esta semana no he tenido contacto con nadie y una vez estemos allí hablaré con ellos.

“No sé cómo se vive este partido entre las aficiones, lo que sí es seguro es que para el jugador va a haber un ambiente muy bonito”

“Nosotros notamos el apoyo de la afición cuando jugamos en La Romareda y eso, en una afición como la de Osasuna, también se ve”