Cualquier osasunista habría firmado plantarse en la jornada tres con cuatro puntos, pero más allá de eso, el análisis deja aspectos buenos y otros que necesitan alguna manita de pintura, como alguna de las zonas nuevas de El Sadar. Queda por pulir, pero qué bien hacerlo con puntos que dan tranquilidad.

Dejando de lado la clasificación, sorprende, primero, el nivel que está dando Aridane. Decía un técnico de Tajonar hace meses que el majorero jugaba mejor si el rival tenía delanteros de nivel. Por esa regla de tres en Primera se debería salir. Y de momento no puede tener más que razón. El canario ha jugado, posiblemente, sus dos mejores encuentros con la zamarra rojilla, siendo uno de los participantes principales para que Osasuna no haya encajado aún goles.

Y es que ese es el camino que los rojillos han decidido tomar para intentar lograr la permanencia: amarrar la portería a cero e intentar convertir una de las ocasiones que tenga el equipo.

El juego vistoso tiene pinta que ha pasado a mejor vida. Y es lógico. Los rojillos son como una hormiga, lo que tienen que hacer es ir sacando puntos y ya crecerán en el juego poco a poco. Buscando un símil con la reforma que se está produciendo en El Sadar, lo que está haciendo Osasuna es montar una estructura sólida, para asegurar los cimientos de un equipo competitivo (algo que fue un fallo crítico en el anterior paso por Primera) y luego ya vendrán las florituras y las pinturas para que quede bonito.

De momento, parece que Arrasate ha encontrado la manera de que el equipo compita bien: con cuatro defensas y dos mediocentros que dan mucho equilibrio.

Y luego buscar a los de arriba, donde la calidad asoma, para intentar cazar una. Ayer faltó algo de claridad en la zona de tres cuartos para acabar mejor alguna de las opciones. Pero esto es como la teoría de la manta: si te tapas los pies, te destapas la cabeza.

Así que de momento Arrasate ha decidido taparse los pies, no constiparse, reforzar la estructura del cuerpo y luego ya se irá alargando la manta.

De momento: empatados con el Real Madrid y por delante del Barcelona, que viene a El Sadar la semana que viene. Ahí le tocará jugar, y mucho, a la grada, que ayer estaba también un poco de pretemporada. La clasificación ahora mismo no vale mucho, pero los cuatro puntos cuentan igual ahora que en mayo.