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Teoría del bloqueo

Teoría del bloqueoFoto: Efe

Tantos meses pendientes del bloqueo político, de esa calle sin salida de los pactos políticos, que el discurso ha terminado por salpicar al fútbol. El bloqueo entendido como la estrategia encaminada a dificultar la movilidad del contrincante, de cerrar los espacios, de atosigar en la disputa del balón, de hacer faltas, en resumen, de tejer una maraña en la que el rival solo encuentre dificultades, por mucho que este sea un Getafe tan adiestrado por su entrenador en esas labores como ayer lo hizo Arrasate con Osasuna. Hay en esta teoría y práctica del bloqueo algo de renuncia personal, de dejar aparcadas por un día virtudes del equipo para reconducirlas hacia un fin más pragmático: no perder. Pese a ese cambio de imagen más conservador y segurola (con Roncaglia de lateral derecho y Nacho Vidal en la vigilancia de Cucurella), hubo un momento del partido, alrededor del minuto 55, en el que Osasuna intentó parecerse más a sí mismo, avanzó las líneas, trazó rápidas transiciones y le recordó a Bordalás que había un partido muy definido, pero que, ¡ojo!, tenía en el campo al equipo que nunca renuncia al ataque. La verdad es que fueron unos fogonazos bienintencionados, pero el partido acabó en el área de Osasuna y con los rojillos pidiendo la hora.

Para llevar a la práctica un bloqueo efectivo, y dentro de la labor en equipo, hay algunos elementos fundamentales; por ejemplo, los centrales y el portero. Con trece partidos ya en la mochila, habrá que comenzar diciendo que lo de Aridane ni es casualidad ni es flor de un día: lo de Aridane es el mayor bombazo de la temporada. Un futbolista de 30 años, sin experiencia en la categoría, cuestionado en anteriores temporadas por su actuaciones y por el precio que pagó el club por su adquisición, un defensa con tanta sangre fría que hiela la de la afición cuando se demora en el despeje e intenta un recorte; este tipo, es hoy indiscutible y hasta insustituible. Ayer, una vez más, despejó todos los balones que caían en su zona de influencia, sostuvo una dura pugna con Molina y Ángel y también bloqueó con el cuerpo un par de remates del Getafe con muy mala intención. Junto a él, labor encomiable de David García, muy seguro en cada intervención y castigando en el cuerpo a cuerpo a los dos delanteros. De las virtudes de David se ha escrito mucho desde que tomó los hábitos del primer equipo, pero es que Aridane hace tiempo que merecía un aluvión de elogios y un reconocimiento. Queda dicho.

Y si todo lo anterior lo rematas con un buen portero, ya puede el rival buscar un pacto y firmar el 0-0 porque el bloqueo no concede otra salida. El retorno accidental de Sergio Herrera recuperó la mejor imagen del guardameta que cayó gravemente lesionado en Segunda división. Ni la falta de partidos ni esta larga espera en el banquillo han mermado su eficacia, su buena colocación, los reflejos y la elasticidad de ese cuerpo tan largo e interminable que le permite despejar balones imposibles como en el remate de Arambarri en la prolongación.

El bloqueo, en fin, le dio a Osasuna un valioso punto, la imagen de un equipo adaptable, y volvió a poner en valor la condición de estratega de Arrasate. Este sí que tiene el voto unánime del osasunismo...