os pasitos nada más. Eso le queda a Osasuna para certificar la permanencia otro año más en Primera división. La victoria de ayer insufla un tremendo balón de oxígeno y de confianza a un equipo que andaba algo cabizbajo tras los últimos resultados, especialmente en casa.

No se puede decir todavía que la salvación está hecha, pero con un poco de cuenta de la lechera uno se fija rápidamente de que el Leganés y el Espanyol tienen muy complicado alcanzar los 34 puntos que ya tiene Osasuna en su casillero. Unos están a 14 y los otros a 11 y quedan 33. Así, parece que la preocupación por el descenso se centra en evitar ese tercer puesto, que se encuentra ahora mismo a 9 puntos, pero con un Mallorca bastante más vivo que sus dos rivales.

Así pues, los rojillos, con la victoria de ayer, evitaron el agobio. Colchón existía aún, pero está claro que la dinámica del equipo invitaba a ponerse nervioso si el descenso se hubiese quedado a seis puntos.

Osasuna volvió a mostrar una característica que ahora mismo son fundamentales para cerrar la salvación: solidez, puerta a cero, y creación de oportunidades para intentar marcar.

Ayer vino de una jugada extraña, de esas que les pasan a los equipos que ya tienen de todo. Víctor Sánchez tocó el balón con la mano en una jugada sin nada de peligro para su equipo y Roberto Torres convirtió el penalti en una obra de arte que acabó por ser definitivo.

Pero lo más importante es lo ocurrido atrás. El Espanyol apenas tuvo oportunidades gracias al trabajo defensivo de todo el equipo, pero especialmente de David García, quien secó a Raúl de Tomás de manera imperial. Además, Rubén Martínez volvió a demostrar la tranquilidad que exhibe cada vez que juega. Teniendo en cuenta su rendimiento y lo que aporta tanto dentro como fuera, lo más normal es que Osasuna se plantee que siga una temporada más.

Y por último, la aparición de Kike Barja. Un jugador diferente a lo que tiene Osasuna. Un tipo capaz de crear una ocasión de la nada, encarando y centrando. Un socio de lujo para un Gallego que cada vez está mejor. Entre todos dieron un paso importante para lograr la salvación. Quedan, como mucho, dos. Toca seguir.

Para cerrar la salvación Osasuna tiene que seguir el camino de cerrar su portería y así en breve el objetivo estará conseguido