En vísperas de iniciar los entrenamientos colectivos con Osasuna, Íñigo Pérez (Pamplona, 18/1/1988) analiza las primeras jornadas de trabajo del equipo en Tajonar tras casi dos meses de confinamiento. El centrocampista ve a su equipo preparado para rematar la permanencia en la reanudación de la Liga, prevista para dentro de un par de semanas, aunque advierte de que todo será diferente por culpa de una pandemia, la de covid-19, que ha dejado muchas víctimas y ha provocado muchos cambios. En la sociedad y en el fútbol.

¿Qué tal se encuentra?

Bien, con sensaciones muy buenas porque, como en una lesión, cuando llevas un periodo de tiempo en el que no puedes practicar tu profesión y jugar al fútbol, que es lo que nos gusta, volver a entrenar sienta bien. Ya estamos trabajando en grupos cada vez mas numerosos y esa ilusión hace que uno se encuentre con mucho entusiasmo. Que el fútbol dé pasos es sinónimo de que el covid-19 está cada vez más controlado y eso es, sin duda, una buena noticia para todos. Indudablemente se va avanzando. Lo importante es que parece que la pandemia está siendo controlada, que no erradicada, y es cierto que uno adquiere mayor seguridad con el paso de los días y los avances. Solo esperamos que, al igual que en el fútbol estamos avanzando, también lo hagamos con la desescalada y que no haya ningún paso atrás.

¿Cómo fue volver a Tajonar tras casi dos meses de confinamiento?

Siempre es difícil permanecer en casa encerrado, ya no solo para los futbolistas, sino para quien ejerce cualquier profesión, y más sabiendo que es por un motivo de alarma, de que existe cierto peligro para ti y tu entorno y porque fue algo tan trágico como inesperado. Así que los primeros días en Tajonar, aunque teníamos que entrenar de manera individual, lo agradecimos porque puedes salir del domicilio y ver a compañeros, aunque sea desde la distancia. Nos hizo ilusión.

¿Resultó duro en el plano físico cambiar el trabajo en casa por los entrenamientos en Tajonar?

Más que duro, diría otra cosa. Es cierto que el cuerpo técnico va adaptando el trabajo a lo que hemos podido realizar en casa y poco a poco hemos ido aumentando la intensidad, el volumen, las cargas... Pero sí que hay una cosa que llama la atención. Aunque en casa hayas podido entrenar bastante y pienses que vas bien, en cuanto te pones las botas, sales al campo y haces movimientos, aunque sean triviales y no requieran mucha energía, te cansas. Parece que has estado entrenando como un animal y de repente hago unas carreras y me siento ahogado. Eso quiere decir que resulta muy difícil reproducir en un piso o una casa lo que se hace en un campo de fútbol.

Y además con riesgo de lesiones...

Esta semana hemos tenido varios percances en este sentido y, aunque no soy un entendido en la materia, ya se decía que el riesgo existía. Es pura lógica. Sabíamos que este tipo de contratiempos iban a surgir, pero lo malo es que han sido cuatro lesiones en dos o tres días. A ver si podemos recuperar cuanto antes a la gente y retomar la normalidad.

Tantos pasos está dando el fútbol que la Liga se va a reanudar en apenas un par de semanas. Parece que ya no hay vuelta atrás.

Al principio siempre había ciertas dudas, pero ya hay fecha, aunque sobre todo sería bueno para todos que, si se empieza, se acabe.

Y la pregunta del millón: ¿Cómo cree que va a llegar Osasuna a esa reanudación liguera?

No lo sé, pero tengo mi idea propia. Uno de los patrimonios deportivos de Osasuna es que a nivel colectivo podríamos decir que está en lo alto de la clasificación. La solidaridad, los esfuerzos colectivos y la generosidad son valores que los tenemos muy inculcados como plantilla, y se ve en cada partido. Ahora se va a ver qué equipo se ha preparado mejor a nivel individual en casa y ahí también creo que tenemos un punto a favor porque Osasuna es un equipo responsable. Dentro de lo que cabe, vamos a llegar muy bien, pero en el fútbol no todo depende del apartado físico y hay muchos factores que van a hacer que el marcador sea uno u otro. Sin embargo, en ese sentido creo que podemos estar tranquilos y que nuestro punto fuerte tiene que ser el ritmo y una intensidad muy alta en partidos que se van a disputar con pocas horas de descanso. Si sabemos aprovechar esta circunstancia, nos puede ir bien. No sé si dentro de unos meses tendré que decir que estaba equivocado, pero ahora mismo soy optimista.

Además, Osasuna se encuentra en una situación relativamente cómoda: a 11 jornada del final de Liga, es 11º con 34 puntos, 9 por encima de la zona de descenso.

Es cierto, pero, aunque estos 11 partidos que quedan pertenecen a la misma Liga, la sensación es de que parecen de otra. Digo esto porque todo se ha roto, tanto para los equipos que estaban al alza como para los que estaban en dinámicas negativas. La puntuación es la que es y la clasificación es la que es, pero ahora mismo es como si se empezase de cero. Es como cuando en la Fórmula 1 paran por accidente, que se agrupa todo el mundo y la carrera empieza de nuevo con menos vueltas. Llevábamos una dinámica muy buena y creo que en estos 11 partidos que faltan debemos olvidarnos de todo el contexto, de lo que ha pasado, de los matices diferenciadores de jugar cada 72 horas y de todo ese tipo de cosas. Tenemos que agachar la cabeza y, cuando la levantemos porque nos han dicho que ha terminado la Liga, esperar que hayamos conseguido el primer objetivo y que hayamos podido incluso disfrutar un poco de haber permanecido con unas jornadas de antelación.

¿Hacen cuentas en el vestuario?

Ahora mismo no porque entrenamos por grupos y no estamos juntos en el vestuario. Quizá se haya hablado más antes del parón, porque, cuando llegas a los 10-11 últimos partidos, todo el mundo empieza a hacer cuentas y a mirar calendarios. Lo que ocurre es que este parón por la pandemia ha hecho que ese tipo de conversaciones no se den, pero todo el mundo tiene esto en la cabeza y lo que tenemos claro es que debemos finiquitar un año que está siendo muy bueno y que, unido al anterior, el del ascenso, serviría para completar dos temporadas magníficas para el club.

¿Cómo puede afectar a los futbolistas el jugar a puerta cerrada?

Parece que a priori no debería, pero es un aspecto que afecta a lo psicológico. Nosotros llevamos todas nuestras carreras jugando con público, ya sea de locales o de visitantes, y es algo que ahora no va a existir y nos va a chocar cuando se produzca. Y hay que admitir que, como Osasuna, perdemos una baza muy importante como es El Sadar, por cómo nos apoya y cómo se entrega la gente con nosotros. A mi me ha tocado venir de visitante a El Sadar y sabes que, cuando vienes a este campo, piensas en cómo empuja la afición, que no te va a dejar respirar y que si es un partido apretado ellos van a estar más cerca de conseguir la victoria. Es un punto que vamos a perder, pero es un aspecto mental que debemos preparar concienzudamente.

Al menos se especula con la opción de que la próxima temporada sí que haya público en la grada desde el inicio del curso, una buena noticia.

Está claro que hay que terminar esta Liga porque, como se ha explicado y nos han dicho, interesa a todo el mundo, pero particularmente detesto jugar sin público. No por lo estético ni desde el punto de vista egocéntrico, sino porque el fútbol realmente pertenece a los aficionados. Por ejemplo, viendo el caso del Athletic y la Real, que tienen una final de Copa que es histórica porque nunca se han enfrentado entre ellos en una final, cuando ves que la pueden jugar sin gente... Yo diría: "Prefiero no jugarla a jugarla sin mi público, sin mi gente". Y haciendo esa reflexión uno se da cuenta de que pudiendo conseguir logros individuales uno prefiere no hacerlo si no es con su gente y con su público, porque queda claro que el fútbol de hoy en día, aunque parezca lo contrario, es de los aficionados.

Otro factor novedoso en este reinicio de la competición van a ser las convocatorias de 23 jugadores y los 5 cambios por partido. ¿Qué opina?

Esa norma creo que les va a venir bien a las plantillas en las que el grupo sea generoso y solidario y esté acostumbrado a entrenar bien, no de ahora, sino de siempre, y que todos sus integrantes, no solo los 11 que juegan y los tres cambios, estén preparados para la competición. Y en nuestro caso, seguro que el míster saca provecho de esto.

¿Qué cree que puede aportar el filial en esta situación?

Osasuna siempre ha tenido grandes canteranos, ha demostrado que su cantera es muy valiosa y en este momento es ideal para mostrarla en cuanto a ayudar al primer equipo en estos entrenamientos que estamos teniendo. Los últimos en incorporarse han sido Jose (Hualde) y Aimar (Oroz), pero también está Javi (Martínez), los porteros... Además, se ve que el nivel lo tienen, que todos están preparados y tanto a ellos como a nosotros nos viene bien y seguramente que, si las circunstancias lo requieren y les toca participar, van a estar a la altura.

Y Arrasate es un entrenador que no suele mirar el DNI...

Muchas veces se malinterpreta eso de que va a haber muchos partidos en poco tiempo y oportunidades para todos. Creo que cualquier entrenador, pero sobre todo Jagoba, si tiene que jugar casi con los mismos todos los días, lo va a hacer, y no va a regalar minutos a alguien a quien no vea comprometido o entregado por mucho que haya tantos partidos en tan pocos días.

¿Y usted? ¿Está preparado para jugar cada 72 horas?

He tenido alguna oportunidad de jugar domingo y miércoles cuando estaba en el Athletic y jugaba la Liga Europa, o cuando disputamos el play off de ascenso con el Numancia, y es algo que me gusta. Es exigente en el aspecto físico, pero me siento muy cómodo cuanto menos tiempo haya entre partido y partido. Es verdad que entrenas menos y que el grupo se fracciona en los entrenamientos, pero pienso en mi equipo y en cómo es cada jugador y creo que esta marcha que va a haber de partidos nos va a venir bien.

No tiene miedo al calendario. ¿Y al riego de contagio cuando se reanude la competición?

Ahora mismo no. Igual lo pensaba en alguna etapa anterior. Al principio, cuando sales de tu domicilio por primera vez, te da un poco de miedo, pero sobre todo porque no sabes qué puedes y qué no puedes hacer. Pero ya avanzados hasta este punto no me planteo que alguien del otro equipo me pueda contagiar o yo a ellos. Llevamos ya unas semanas integrándonos en el cuerpo a cuerpo y eso se nos ha ido de la cabeza de un plumazo.