Poco se puede reprochar a los jugadores de Osasuna y a su cuerpo técnico en el partido de ayer. Los rojillos presentaron un partido aseado, muy bien trabajado en el que, contra otro rival, se hubiese llevado la victoria.

Tal vez, dentro de los pocos lunares de Osasuna, estuvo la puntería. Aunque en estos casos nunca se sabe si es desacierto de cara a la portería o acierto del portero que tienen los rivales, que es de lo mejorcito del mundo. Una pena que acciones como la de Rubén García con Moncayola no acabasen en gol.

Arrasate sorprendió metiendo a Barja detrás de Calleri y el planteamiento le salió a la perfección. El de Berriatua volvió a demostrar su capacidad para preparar partidos, aunque, en este caso, los cambios no le sirvieron de mucho. En algún caso, como el de Jony, ya que se encuentra inmerso en su vuelta al equipo tras la lesión. En otros fue una importante oportunidad perdida para intentar convencer a Arrasate.

En cambio, el rival, llega media vez y marca dos goles. Es lo que tiene tener a Messi entre sus filas. Las dos asistencias vinieron de las botas del argentino. Especialmente meritorio fue el pase que le da a Alba, aunque Nacho Vidal se queda enganchado y permite que se rompa el fuera de juego. Luego el lateral revienta el balón y Herrera no pudo hacer nada. Parecido fue lo de Ilaix, que se estrenó en Primera con 18 años en El Sadar...como Ansu Fati. Esperemos que acabe esta racha de canteranos del Barcelona estrenándose en Pamplona

Cuando se acaban estos partidos, con estos guiones donde el pequeño complica la vida al grande pero sin éxito final, casi todos los escritos dicen lo mismo: este no era un partido de la liga de Osasuna. Pero sí. Sí que lo era y los rojillos han merecido, como mínimo, llevarse un punto, pero la realidad es que los detalles se lo han arrebatado.

Esperemos que esos detalles caigan la semana que viene del lado rojillo en un partido que puede ser vital para tener un final de año tranquilo. Osasuna se lo ha ganado después de remontar un inicio de campaña dubitativo que daba un poco de miedo. Incluso un mucho.

Lo del partido contra el Barcelona ya queda atrás. Osasuna quiso, pero no pudo. Desgraciadamente las diferencias económicos de esta Liga tienen estos detalles.