Otro punto más para Osasuna en la lucha por la salvación. Dicho así, queda bien, pero si rascas un poco la superficie la emoción no es tanta. El equipo de Arrasate ha afrontado los dos encuentros contra rivales directos con un planteamiento conformista, más pensando en no perder que en ganar.

En Huesca se volvió a ver de nuevo un equipo esperando tener una ocasión para meterla. El riesgo de eso es que cuando llegue la oportunidad no la marques. Que es lo que ocurrió en El Alcoraz. La tuvo Barja (el mejor del equipo) y la paró Andrés. También Jony dispuso de un remate franco, pero no fue ni a portería.

El estado de Jony, muy por debajo de sus prestaciones antes de la lesión, es lógico después de encadenar tantos problemas físicos. La única manera de solucionarlo es como hizo Arrasate: poniéndolo. Aún y todo ahora mismo parece que su competencia directa, Barja, está en un momento de forma bastante alto.

Arrasate quiso reforzar el centro del campo con un trivote como Darko, Moncayola y Torró. Un trío con muchos kilates a priori pero que no ha jugado junto ni un minuto. Contra el Getafe tampoco será ya que el canterano será sancionado por acumulación. Esa falta de acoplación se notó.

Osasuna no llegó apenas a la portería del Huesca. Es preocupante que contra dos rivales directos el equipo no haya creado ningún tipo de peligro. O muy mínimo. Cierto que la puntuación da tranquilidad, y más pensando de donde venimos.

Puede que ese esfuerzo por sumar tantos puntos en los meses de enero y febrero se esté notando ahora. Por eso parece que el parón de selecciones viene en un momento bastante oportuno, para qué negarlo.

Los rojillos despertaron en la segunda mitad, pero lo hicieron tarde y con poca energía. Eso sí, les fue suficiente para no sufrir y, cuando el Huesca se acercó, apareció Juan con dos buenas intervenciones que evitaron una dolorosa derrota. El portero volvió a demostrar que tiene nivel para tener más protagonismo en el equipo a partir de ya, pero que por lo menos sea a partir de la temporada que viene.

Vamos a quedarnos con lo positivo, Osasuna entra en el último tramo para lograr la salvación, pero va a necesitar algo más de ambición para cerrarla sin sufrir.