El Chimy Ávila (Rosario, Argentina, 6/2/1994) se volvió a sentir futbolista en El Alcoraz de Huesca. El delantero Osasuna no jugó ayer, pero entró en una convocatoria para un partido oficial del conjunto navarro 421 días después de la última vez y tras superar dos graves lesiones de rodilla. Y es que el argentino se rompió el cruzado de la izquierda el 24 de enero del año pasado y, cuando estaba a punto de reaparecer, el 9 de agosto se rompió el de la derecha durante un entrenamiento. Un cúmulo de infortunios que han lastrado la progresión de un futbolista que, en sus 22 primeros partidos como jugador de Osasuna anotó 11 goles, 9 en Liga y otros 2 en la Copa del Rey.

A pesar de que el Chimy Ávila no dispuso ayer de minutos en Huesca ante su exequipo (llegó a Osasuna después de dos buenas temporadas actuando en el cuadro oscense a préstamo por el San Lorenzo de Almagro), sí que pudo disfrutar otra vez de la rutina de concentrarse con sus compañeros y sentarse en el banquillo, o más bien en la grada, la nueva ubicación de los suplentes tras el estallido de la pandemia de covid-19.

El atacante argentino viajó el viernes a Huesca justo al resto de sus compañeros, compartió hotel con ellos, participó en la charla previa al encuentro y después pudo ser protagonista de algunos de los rondos que organizaron los suplentes mientras los titulares calentaban. También estuvo en el foco de las cámaras de televisión, que le hicieron un especial seguimiento después de tanto tiempo en el dique seco.

Minutos contra el Eibar

Con la convocatoria para el partido de ayer, el delantero argentino cumplió otra etapa en su recuperación. La siguiente le espera este mismo jueves, fecha en la que Jagoba Arrasate ya avisó de que tendrá minutos en el amistoso contra el Eibar en Atxabalpe. El Chimy Ávila ya es uno más.