Osasuna busca este martes ante el Cádiz (19.00) seguir escalando en la clasificación, mejorar el botín de puntos, como corresponde a una temporada en la que se ha logrado la salvación con suficiencia y en la que queda ahora tiempo para probarse con nuevos retos. Tres encuentros por delante tienen los rojillos para medirse en este ambiente menos crispado que hace unas jornadas, cuando había aún que tirar de calculadora y armar quinielas con otros marcadores para lograr la calma final.

Osasuna, por ejemplo, se juega mañana directamente contra el Cádiz superar a un rival en la clasificación, ya que los gaditanos -un recién ascendido que se ha salvado también con tiempo- están dos puntos por encima de los rojillos en la tabla. Es decir, la pugna directa se presenta como un buen motivo para el partido. Las oportunidades a más jugadores, los ensayos para la próxima temporada, también entran en el menú de estas últimas jornadas en las que la mejor clasificación se computa también en forma de mayor premio económico -llega de una parte de los derechos de televisión-.

Arrasaste no va a dar a conocer hasta esta mañana la convocatoria de jugadores. La proximidad de los encuentros de sábado y martes ha hecho que el entrenador espere hasta horas antes del inicio del encuentro para decidir la lista de futbolistas que jugarán por la tarde en El Sadar. El técnico rojillo sí ha anunciado que Calleri y Manu Sánchez, dos jugadores que no estuvieron en el partido frente al Athletic por problemas físicos, se han entrenado esta tarde con normalidad en la sesión a puerta cerrada en Tajonar y, en consecuencia, están en condiciones de jugar. Solo el portero Rubén Martínez está descartado, por lo que ante el Cádiz se prevé una revolución -muchos cambios-. Una revolución desde la calma, consecuencia de la permanencia hecha.