- En el primer gol de la Real Sociedad frente a Osasuna, la puntilla que le dio al partido Mikel Merino pese a que quedaban veinte minutos por delante, hubo demasiados toques previos, mucho juego hacia adelante sin intromisión por parte de los rojillos. Jagoba Arrasate se mostró quejoso por esa ausencia de interferencias en una acción que venía de largo, un anuncio de problemas por adelantado cuando la pelota cae en los pies de un equipo dotado y con clase. No es que la jugada fuese una virguería o una reinvención de aquel tiqui taca desesperante de mente y agotador de piernas del Barcelona, pero sí hubo demasiado terreno expedito para un desfile que terminó triunfal.

No es Osasuna un equipo excesivo a la hora de aplicarse sobre los contrarios, ni tampoco un conjunto duro, pero es mejor ser un rival malencarado y que domina el registro de las infracciones adecuadas -son muy comunes las loas a las faltas tácticas y algunas estrellas de equipos grandes se han ganado buena fama por su gestión del plano oscuro del juego, considerado indudablemente como un valor-, que ser un conjunto angelical, de buenos chicos todos, atletas en paralelo al que lleva el balón.

Osasuna, que es el cuarto equipo de la Liga al que más faltas le han pitado, ha sabido mantener así un adecuado nivel en el fragor de las batallas que lleva en la Liga, pero la curiosidad de los datos señala que en las tres últimas citas contra tres de los primeros clasificados de la Liga se han cometido menos faltas que estos contrincantes mejores, luego ganadores. Quizás sea la suposición en el reparto de obligaciones o, en el caso de Osasuna, que no llegó a sufrir como para andar patas arriba, soltando zarpazos, pero no dejan de ser números curiosos que sirven para componer también lo que se hizo en aquellos partidos, sin olvidar que ha habido un decaimiento general para lo que suele ser la imagen en el campeonato.

Frente a Real Madrid, Sevilla y Real Sociedad, Osasuna ha estado por detrás de sus rivales en cuanto al registro de faltas. Si con Madrid y Real se cometieron solo dos y una falta menos, respectivamente, sí resulta más significativa la brecha en el encuentro con el conjunto sevillano, donde los de Lopetegui se fueron hasta 17 infracciones y los rojillos se quedaron en la decena.

Antes, solo en el partido en Cádiz, Osasuna había consentido con una estadística más voluminosa de su rival en este apartado: nueve faltas hicieron los gaditanos y media docena los de Arrasate. En aquel partido, además, Osasuna llegó a una posesión del balón del 73%, lo que deja claro quién puso las normas sin necesitar de otras aplicaciones.

Como no podía ser de otro modo, el Valencia es el equipo de la Liga que más faltas lleva, seguido del Getafe y el Levante. Después va Osasuna.

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