Jugadores y técnicos del primer equipo de Osasuna salieron encantados del entrenamiento a puerta cerrada que completaron en la mañana de ayer en El Sadar. ¿El motivo? El buen comportamiento del césped híbrido recién implantado en el estadio y que estrenarán en partido oficial el próximo lunes a partir de las 21.00 horas en el duelo contra el Elche. Un nuevo verde... y esperanza. Y es que los rojillos confían en inaugurar la innovación con su segunda victoria del curso como locales, lo que serviría además para poner fin a una racha de cinco jornadas sin conocer la victoria y a otra de tres derrotas consecutivas. Todo un reto.
La desahogada posición clasificatoria de Osasuna -ocupa la novena plaza con 19 puntos, a uno de Europa (Conference) y con ocho de renta sobre la zona de descenso- tiene mucho que ver con el buen desempeño del conjunto navarro a domicilio. El equipo de Jagoba Arrasate ha sumado 13 de los 19 puntos que figuran en su casillero lejos de El Sadar, porque como visitante acumula un estupendo registro compuesto por cuatro victorias, un empate -en el Bernabéu- y únicamente dos derrotas -en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla (2-0) y en el Wanda contra el Atlético (1-0)-, mientras que de Pamplona ya han volado 15 puntos de 21 posibles. Es decir, una barbaridad.
De hecho, Osasuna solo ha ganado una vez en El Sadar en lo que va de curso, y eso que ya ha disputado siete partidos como anfitrión. En los dos primeros empató sin goles de forma sucesiva contra Espanyol y Celta, mientras que después encadenó dos derrotas con Valencia (1-4) y Betis (1-3) antes de batir al Rayo Vallecano con un postrero gol de Manu Sánchez (1-0). Desde entonces, y eso ocurrió el pasado 2 de octubre, es decir, hace ya casi dos meses, nada de nada. Un empate contra el Granada (1-1) y una derrota contra la Real Sociedad (0-2).
En definitiva, a Osasuna se le ha hecho muy cuesta arriba el exigente calendario que ha afrontado en el último mes -con enfrentamientos ante los cuatro primeros clasificados de la Liga que ha saldado con 1 punto de 12 posibles-, pero ahora se prepara para envites más asequibles, aunque sin descuidarse ni un ápice. Y es que los rojillos persiguen incrementar su casillero de puntos en busca de poner aún más tierra de por medio con respecto a las posiciones de descenso, acercarse a su principal objetivo, la permanencia, y quién sabe si a un premio más goloso. / Foto:
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Osasuna ha sumado en El Sadar 6 de los 19 puntos que acumula en lo que va de campeonato.
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Al equipo de Jagoba Arrasate no le están acompañado los resultados este curso en su desempeño como local y ya son 15 los puntos que han volado en lo que va de campaña del remozado estadio del conjunto navarro.
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Osasuna ha disputado la mitad de sus partidos ligueros del presente ejercicio en El Sadar, donde solo ha conseguido ganar uno en siete intentos. Para encontrar el último y único triunfo de los rojillos como locales hay que remontarse hasta el pasado 2 de octubre, cuando derrotaron al Rayo Vallecano con un postrero gol de cabeza de Manu Sánchez.
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El cuadro navarro acumula cinco jornadas sin conocer el triunfo. Su última victoria data del 17 de octubre, cuando sorprendió al Villarreal en La Cerámica con goles de Lucas Torró y el Chimy Ávila (Gerard Moreno hizo el tanto del conjunto local).
La implementación del césped es un sistema híbrido que consiste en fibras sintéticas introducidas verticalmente en el perfil del terreno y que mejora su recuperación.
