Centros como nunca

- Los datos del partido entre Osasuna y Atlético de Madrid hablan de un equipo dominador sobre el otro, mucho mejor enarbolando la bandera del ataque los rojillos que los colchoneros, con más posesión, más fútbol combinativo, más de casi todo, pero no salió. El equipo de Arrasate cuantificó en cifras el asedio como local más completo de la presente temporada porque, además de tener más posesión de balón (63%), completar más pases -591 por 373- y firmar más disparos entre los tres palos -cinco por cuatro el Atlético-, ofreció el centro de balones sobre el área rival más intenso del curso.

Osasuna introdujo la pelota en el área de su rival en 47 oportunidades -17 en la primera mitad y 30 en la segunda-, cifra que no había hecho en todo el curso. Se aproximan a ese guarismo los 45 centros del primer partido de Liga ante el Espanyol, y también un poco más lejos los 39 en los encuentros ante Betis y Elche. Fuera de casa, los rojillos se pegaron un atracón bombardero en Cádiz (49), o en la Copa en los campos del San Agustín del Guadalix (55) o en La Coruña, en Riazor, en el estadio del Deportivo (39).

Queda abierto para el debate la intromisión -falta- de Luis Suárez ante Sergio Herrera que generó un despeje mediano que llegó a los pies de Joao Feliz que hizo gol -la interpretación de los árbitros en estas jugadas es lo que enreda el fútbol y desespera a los aficionados-, y menos discusión tiene la asunción de culpa en el segundo gol atlético, sin lazo echado a Luis Suárez y sitio perdido por el portero, pero es que hay guiones que no terminan en final feliz, como le ocurrió a Osasuna ante el Atlético.

Con semejante suministro de balones y estadísticas redondas en la generación de juego, evidentemente falló el punto donde se producen las conexiones y surgen los chispazos. Simeone también se felicitó de que por fin su equipo supo manejarse en las labores defensivas. Osasuna también sabe lo que es responder en condiciones ante un asedio de balones: en el Bernabéu fue capaz de regresar con el cero en su puerta tras recibir 61 centros de los de Ancelotti.

Ante el Atlético, no fue un partido de ocasiones, porque Osasuna tuvo tres y los madrileños ni una, aunque en el haber del equipo de Simeone está su altísima eficacia porque con cuatro lanzamientos entre los tres palos hacer tres goles, es para encomendarse a quien haga falta para visitar El Sadar. Por el momento, les sirve Joao Félix, goleador en el primero y gestor de la jugada del segundo.

Balones al área rival en El Sadar