La Liga empieza el día 12 con un único partido: Osasuna-Sevilla. Por el orden alfabético, a Osasuna le bastará no perder para dormir líder, que no está mal. Pero si pierde dormirá como colista... Sería, claro está, una anécdota, pero no del todo. Si algo hemos aprendido de Osasuna es que es un equipo surfero: si coge bien la ola de la Liga avanza muy muy lejos sobre ella, con dominio y fluidez; pero si no la engancha se va al fondo, con los pulmones encharcados, y le cuesta un mundo salir a flote. Y raro es el año en el que la pretemporada da pistas fiables de lo que va a pasar. No es, por supuesto, que todo eso se vaya a decidir en ese primer partido y ante tan temible rival, pero antes del cuarto o quinto encuentro –los rivales sucesivos son Sevilla, Cádiz, Betis, Rayo, Almería, Getafe...– ya sabremos si es una temporada de lucir estilazo sobre las aguas o de reponerse del revolcón y andar buscando la superficie, la tabla de surf, la ola y la verticalidad.