Por Tajonar no se habla de otra cosa que no sea la final, que va a dejar otra fecha para la historia de Osasuna. Notros somos más conscientes de volver a vivirlo ahora, porque hace 18 años éramos más jóvenes. Además, creo que la final de ahora se vive con más optimismo que la anterior por todo lo que ha pasado el club durante este tiempo. El llegar a estar a punto de desaparecer nos hace ser más conscientes de lo difícil que es llegar hasta aquí. Es a ilusión está más patente que nunca. En el club somos una familia para lo bueno y para lo malo. Me acuerdo estos días de muchos de los trabajadores llevan currando muchísimo, están haciendo un esfuerzo titánico en el último mes desde que se clasificó Osasuna para la final. No queda nada para vivir un momento histórico.

Desde mi punto de vista pienso que Osasuna ha demostrado que no tiene techo. Esto, evidentemente, es un premio para un club humilde que ha llegado dos veces a una final en más de 100 años de historia. Se tienen que dar muchos factores para ello y son cuatro prórrogas las que hemos vivido para llegar hasta aquí. Es momento para disfrutar cada minuto.

Yo soy una rojilla empedernida, estuve en la final de El Calderón. Me acuerdo de que tenía 17 años y evidentemente esta no me la voy a perder. Creo que es un premio para todo el mundo del osasunismo y no hablo de jugadores solo, sino que, insisto, también lo hago pensando en los trabajadores de Tajonar, los exjugadores que han pasado e incluso los medios de comunicación que están día a día. Somos conscientes de lo difícil que es para un club como Osasuna llegar a una final, que están preparadas para los grandes e independientemente del resultado tiene que ser una fiesta el poder bajar a Sevilla y disfrutar de la segunda final en más de 100 años de historia.

Cuando hacía quinielas de pequeña siempre le ponía ganar a Osasuna. Me decían mis padres que no siempre iba a hacerlo, pero yo siempre tengo la esperanza de que lo va a hacer y voy a Sevilla con la ilusión de ganar la final de Copa del Rey. Está claro que una de las finales que vivimos fue ganar la semifinal en San Mamés y ahí nos quitamos un peso de encima, por lo que creo que vamos a Sevilla con otro aire, aunque las ganas de ganar no se nos van a quitar.

Ves al Madrid y asusta cómo compite en la Champions, pero tiene las semifinales contra el City a la vuelta de la copa y creo que a Osasuna siempre se le ha dado mejor el Madrid. Creo que podemos hacer daño. Irán muy confiados en que podrá ser una final asequible, pero nosotros vamos con ese espíritu de tener un premio grande, porque nunca hemos levantado un título así.

La autora es exjugadora y coordinadora del fútbol base de Osasuna