Agustín Amorós Martínez, profesor asociado de la Universidad de Valencia y abogado desde hace más de dos décadas en el despacho Ruiz Huerta&Crespo, se dedica al asesoramiento y defensa jurídica de diversos clubes de fútbol profesionales (junto a Juan de Dios Crespo lideró la defensa del Málaga ante la UEFA por el fair play financiero, que apartó en 2013 durante una temporada al club andaluz de competición europea), así como de la LFP, o de futbolistas como fue el caso de Álvaro Fernández, el exportero de Osasuna al que el club rojillo llevó ante el TAS. Allí no se le dio la razón a Osasuna pero posteriormente el portero tuvo que llegar a un acuerdo en lo Social para abonar 375.000 euros al club rojillo.

¿Tiene la UEFA argumentos para poder sancionar a Osasuna?

–Por desgracia creo que sí. De la sentencia del Supremo se desprende que, aunque no se sancione al club, sí que existió un acuerdo para alterar el resultado de dos encuentros y que en ese acuerdo intervinieron directivos del club. Aunque el Supremo interprete que la prima por ganar no es sancionable, sí existió ese pacto para adulterar la competición e influir en el resultado.

El hecho de que Osasuna ni siquiera se viera beneficiado y acabara descendiendo, ¿puede influir?

–Que se produzca el resultado es indiferente para la UEFA, pero la conducta sancionable se basa en que alguien del club interviniera en estos acuerdos. Como es un hecho probado, lo tiene en bandeja. Partiendo de ahí se cumple uno de los tipos del código disciplinario de la UEFA. La responsabilidad penal de las personas jurídicas tiene que cumplir una serie de requisitos y el hecho de que no se den esos requisitos para que tengan una sentencia penal, no quiere decir que no cumpla con lo que estipula la UEFA en sus estatutos. Los que intervinieron eran directivos de Osasuna en el ejercicio de sus funciones. Además, estos delitos no prescriben nunca. La estrategia del club debería ir encaminada a que en caso de que exista sanción ésta sea proporcionada, que fue una actuación individualizada de otras personas y cuya responsabilidad se tiene que mitigar porque estas actividades clandestinas iban en perjuicio de la entidad. Hay que tratar de acumnular elementos para que se adopte una proporcionalidad de la sanción y que esta no sea la exclusión de la competición. Los organismos de la UEFA funcionan de manera muy rápida en este sentido. UEFA trata de imponer en todas las competiciones un sistema de licencia, que se puedan conceder a equipos sin sanciones y que cumplan el fair-play. Es buena muestra de lo que quieren dar ejemplo”.

Osasuna podría convertirse en el primer club absuelto con sentencia firme al que la UEFA castiga.

–No hay que tirar la toalla, pero el hecho de que Osasuna no fuera condenado penalmente, no tiene ningún valor. Lo que les importa es la afectación a la competición, si hubo un intento de adulteración de la Liga. Y en caso de sanción, supongo que serán especialmente duros. No van a cerrar una grada, por poner un ejemplo, creo que van a ser implacables y, en caso de que se sancione, van a recordar y a dejar claro que los clubes que de una manera u otra estén implicados en amaños, tendrán un problema”.

Es posible que toda la pretemporada y planificación del club esté colgando de este hilo en verano.

–Me temo que sí. Va a ser una faena porque se pueden suceder episodios sin una decisión firme, pero creo que la UEFA tomará una decisión de forma rápida.