De Tajonar, al cole
Masiva afluencia de rojillos y rojillas menores de edad al entrenamiento en la víspera del inicio del curso escolar
El de ayer tal vez fue el último gran baño de masas de los jugadores de Osasuna en Tajonar en un buen tiempo, pues multitud de aficionados y aficionadas, sobre todo menores de edad, poblaron la grada de las instalaciones de entrenamiento del conjunto navarro en la víspera del inicio del curso escolar, que, sin duda, va a restar a partir de ahora colorido y animación a las sesiones preparatorias del equipo.
Pese a la última derrota liguera contra el Barcelona, a la prematura eliminación europea a manos del Brujas y a que los rojillos sólo conocen la derrota en sus tres primeros compromisos oficiales en El Sadar, los futbolistas siguen teniendo tirón entre la hinchada más joven –también entre la adulta– y la justificación tal vez se encuentre en la excepcional temporada pasada, en la que Osasuna terminó séptimo y además jugó la segunda final de Copa de su más que centenaria historia (la perdió 2-1 contra el Real Madrid en La Cartuja de Sevilla).
Para empezar, la chavalería disfrutó con el partido en campo reducido (a lo ancho) en el que se vieron algunos goles de bella factura –especialmente vitoreado fue uno del Chimy Ávila por la escuadra con un colocado zurdazo–. Se lo dejaron todo los jugadores sobre el césped trabajando a gran intensidad –la prueba, el golpetazo cabeza con cabeza entre Pablo Ibáñez y Budimir saldado aparentemente sin consecuencias– y lo mismo ocurrió en la grada para agradecer el esfuerzo de los deportistas.
Y para terminar hubo sesión de autógrafos, fotos y lo que fue surgiendo. Los canteranos Aimar Oroz y Jesús Areso se quedaron un rato tras el entrenamiento atendiendo a la afición, al igual que el recién llegado Raúl y Rubén García, que el domingo portó el brazalete de capitán. Y hablando de capitanes: el del barco, Jagoba Arrasate, tuvo incluso que grabar algún mensaje.