Osasuna se marcha al parón que sufrirá la Liga el próximo fin de semana, por la disputa de partidos internacionales de selecciones, con la moral laminada por la goleada que encajó el pasado sábado en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid (0-4) y la mala imagen que ofreció (sobre todo en la segunda parte), pero con la tranquilidad que le aportan los 10 puntos que ha acumulado en las primeras nueve jornadas del campeonato pese a haberse enfrentado ya a cuatro rivales que están compitiendo en la Champions: Barcelona, Sevilla, Atlético y Real Madrid.

Jugadores y cuerpo técnico de Osasuna van a disponer de casi dos semanas para restañar las heridas provocadas por la goleada, recuperar lesionados (se espera que durante los próximos días se reincorporen al grupo Moi Gómez, Johan Mojica y Unai García) y preparar sus próximos cuatro partidos, “importantes”, como reconoció el sábado el entrenador del conjunto navarro, Jagoba Arrasate, en sala de prensa, donde dijo que su equipo entra ahora en “una fase donde se va a ver qué vamos a hacer este año”. Tres son en El Sadar (contra Granada –viernes 20 de octubre a las 21.00 horas–, Girona –sábado 4 de noviembre a las 14.00 horas– y Las Palmas –el fin de semana del 12 de noviembre–) y otro en Sevilla contra el Betis (el domingo 29 de octubre a las 14.00 horas).

En cualquier caso, a Osasuna le salen de momento las cuentas de la permanencia, pues acumula más puntos que jornadas (10 en 9), presenta un promedio aceptable para continuar un curso más en Primera y ha superado además un complicado inicio de temporada en el que se ha medido a rivales complicados. En definitiva, que los rojillos están tocados, pero no hundidos.