El entrenador del Celta, Rafa Benítez, insistió ayer sábado, en su comparecencia previa al partido que el cuadro vigués disputa esta tarde de domingo a partir de las 16.15 horas contra Osasuna en El Sadar, en que “la clave” para que su equipo supere la delicada situación clasificatoria en la que se encuentra, con un solo punto de ventaja sobre la zona de descenso, está en “la unión” del celtismo.
“Mi mensaje es muy claro, estamos aquí en un proyecto nuevo, en mi caso por tres años y yo sigo confiando. Creo que se están haciendo muchas cosas bien dentro del club como para mejorar. El proyecto tiene que ir hacia adelante y la clave es que estemos todos unidos, que nos distraigamos lo justo”, comentó el preparador del Celta, que hace más de un cuarto de siglo también fue entrenador de Osasuna.
En su comparecencia ante los periodistas, Benítez reiteró que su equipo tiene menos puntos en la tabla de los que ha merecido porque, a su entender, ha jugado bien durante “muchos partidos”.
“Es cierto que estos tres últimos partidos nos dejan mal sabor de boca, pero yo confío en la capacidad del grupo para competir. La llegada de nuevos jugadores nos debe dar más alternativas”, afirmó el entrenador del Celta.
En este sentido, dijo estar “contento” con los tres refuerzos invernales –Jailson, Manquillo y el argentino Tadeo Allende– porque “con todas las limitaciones” han conseguido fichar a futbolistas “con características acordes a lo que buscábamos”.
“Los entrenadores siempre queremos más y más, pero soy coherente. El club tiene unas limitaciones y según eso se ha hecho todo lo que se podía. Hay equipos que fichan poco, pero, si fichan a uno muy bueno que mete goles, es un buen mercado; y otros fichan ocho jugadores y, si no te dan lo que buscabas, es un mal mercado”, analizó.
En cuanto al partido de esta tarde contra Osasuna, dejó entrever que jugará con una línea de cinco defensas para contrarrestar a un rival que en la primera vuelta fue “superior” al suyo –los rojillos ganaron 0-2 en Balaídos en la primera jornada de Liga, con goles de Rubén García y Moi Gómez– porque “dominó” las primeras y segundas jugadas.
“Ahora ellos están cambiando, han jugado los últimos partidos con una defensa de cinco para recuperar su solidez. En su campo son un equipo muy difícil, allí la gente aprieta mucho”, avisó Benítez, que ya conoce cómo se las gasta El Sadar.
