Si comparamos una foto del once inicial que alineó Jagoba Arrasate el 17 de agosto de 2019 en Butarque contra el Leganés, en el retorno de Osasuna a Primera División, con otra de los futbolistas que actuaron de salida el pasado domingo, 4 de febrero de 2024, para recibir al Celta en El Sadar, sólo veremos una cara repetida, la de David García, pero ninguna más. Y esa es la prueba irrefutable del cambio de ciclo que está sufriendo la plantilla del conjunto navarro, escenificado en el recientemente cerrado mercado de fichajes de invierno con la cesión de Nacho Vidal (al Mallorca hasta final de curso y con opción de compra) y los traspasos del Chimy Ávila (al Betis) y Darko Brasanac (al Leganés).

Si seguimos comparando ambas instantáneas, comprobamos que hasta nueve jugadores de aquel once inicial de Arrasate en el regreso de Osasuna a la máxima categoría ya no continúan en el equipo (el portero Rubén Martínez, Aridane, Rober Ibáñez, Oier Sanjurjo, Roberto Torres, Pervis Estupiñán y los ya citados Nacho Vidal, Chimy Ávila y Darko Brasanac) y sólo el repetidor David García y Jon Moncayola siguen formando parte de la familia rojilla, aunque el centrocampista de Garínoain, que debutó con el primer equipo de Osasuna aquel 17 de agosto de 2019, no tuvo minutos el pasado domingo y ha perdido este curso el protagonismo que ha tenido desde su estreno.

El último once titular de Jagoba Arrasate como entrenador de Osasuna es el que aparece en la imagen y fue con el que afrontó y perdió el partido del pasado domingo contra el Celta en El Sadar (0-3). En primera fila, de izquierda a derecha, Moi Gómez, Iker Muñoz, Pablo Ibáñez, Jesús Areso, Rubén Peña y Juan Cruz. Detrás, también de izquierda a derecha, Raúl García de Haro, Ante Budimir, David García, Alejandro Catena y el portero Sergio Herrera. De los que aparecen en esta imagen, sólo David García y Sergio Herrera estaban hace cuatro años y medio en Leganés: el central en el once inicial y el portero en el banquillo como suplente de Rubén Martínez. Oskar Montero

Por este cambio de ciclo que está sufriendo la plantilla se le cuestionó el viernes de la pasada semana al director deportivo de Osasuna, Braulio Vázquez, en su comparecencia para analizar el cierre del mercado de fichajes, y el gallego reconoció que sí, que se está produciendo un cambio “porque es ley de vida”. “También se marcharon Roberto (Torres) y Oier y llegará el momento para otros jugadores, igual que ahora están jugando Iker (Muñoz), Pablo (Ibáñez), Aimar (Oroz), Jorge (Herrando)... Son ciclos”, argumentó Braulio, que justificó la salida del Chimy porque “su ciclo tanto en Pamplona como en Osasuna ya había terminado”, mientras que de Nacho Vidal dijo que tuvo que salir “por overbooking” de laterales derechos” y de Darko que fue traspasado porque “acababa contrato en junio y no contábamos con él para el futuro”, sin descartar más situaciones de este tipo en el verano.

Las palabras del entrenador en vísperas del partido del pasado domingo contra el Celta también sirvieron para refrendar este cambio de ciclo de la plantilla. “Me da pena que se vayan jugadores como el Chimy, Darko y Nacho, porque llevan tiempo aquí y me dejan pequeñas heridas que cada vez son más y me pongo un poco sentimental”, reconoció Arrasate, cuyo contrato expira en junio, por lo que técnico y club tienen pendiente una o varias conversaciones para decidir si prolongan una vinculación que va camino de los seis años.

La plantilla de Osasuna está sufriendo una transformación y Braulio avisó en la misma rueda de prensa de que “este año creo que nos vamos a salvar, pero el que viene empezamos de cero y no siempre va a haber dos equipos que a día de hoy lo tienen muy complicado para salvarse”, dijo en referencia a Granada y Almería (entre ambos suman 18 puntos, 8 menos que los rojillos), dibujando así un futuro en el que “no tenemos que perder el miedo a la categoría; si no, nos iremos a la B, como dicen en Argentina”.