Todos los protagonistas de la historia han coincidido en señalar este mes, marzo, como el definitivo para la toma de la decisión final, por lo que hay que dar todo el valor a estas dos semanas que vienen por delante para conocer el desenlace. Jagoba Arrasate, el entenador, y el club, en este caso Braulio, han colocado en esta fase del año, en este mes, la decisión acerca de la continuidad o no del técnico en el banquillo.

Estas dos semanas son las decisivas, pero no hay una fecha para la adopción de la decisión, pero sí un plazo, el que marca el 30 de marzo. Tampoco, dicen desde el club, se ha pactado entre las partes un día para una reunión definitiva porque el contacto entre el entrenador y sus técnicos -Bittot Alkiza- y la dirección deportiva -Braulio y Cata- es fluido. Todos los días en Tajonar los responsables de los dos ámbitos intercambian información y el conocimiento del trabajo juntos en estos seis años también facilita el trabajo, cosa de la confianza y de la sintonía. El hecho es que la entidad rojilla considera a Arrasate como el hombre ideal, entre otras cosas, porque su perfil ha encontrado en el conjunto pamplonés un buen acomodo para su desarrollo, aunque es lógico que se contemple la progresión como uno de los objetivos para todos.

Por el momento, el hecho principal e indudable es que Osasuna le ha trasladado al entrenador que quiere que siga el frente del equipo -supondría el inicio del séptimo proyecto- y que el interpelado, el técnico, se está tomando un tiempo de reflexión, de valoración. “Es una decisión importante como para apretarle”, explicaban desde el club cuando se cuestionaba una fecha para el día de la fumata.

Osasuna contempla a Arrasate como el entrenador para el futuro pero, a partir de que haya una respuesta afirmativa por parte del técnico, es cuando, dicen, se planteará otras cuestiones como la temporalidad del contrato -uno, dos- y la tipología -uno más uno, por ejemplo-. Braulio dijo antes del partido con el Real Madrid que la cuestión económica “no va a ser problema” para que siga Arrasate, y el director deportivo coincidió a la hora de glosar las palabras del técnico en el sentido de que “no se trata de estirar el chicle”.

El periodo de reflexión de Arrasate también se hizo sitio en el postpartido ante el Real Madrid. “La cuestión no es si quiero seguir o no, sino si debo seguir o no”, añadió el entrenador un matiz más en las reflexiones de estos momentos previos a la toma de una decisión. Hace un par de semanas, en la conferencia de prensa previa al partido contra el Girona, Arrasate desgranó una serie de cuestiones que evidentemente está procesando. “Tengo que saber cómo respira el vestuario, cuál es el plan del club, cómo puede ser la planificación, la temporalidad de esa oferta, son muchas cosas”, descubrió entonces el técnico.

En lo que a la planificación se refiere, Arrasate tiene conocimiento de los movimientos que está desarrollando la dirección deportiva -es el método de trabajo en Osasuna- para la contratación de nuevos jugadores. Parece claro que a final de temporada también se van a tener que tomar decisiones sobre la marcha de algunos jugadores. Algunos futbolistas están en el mercado por su indudable rendimiento y, en caso de otros, quizás se deba sopesar si la etapa en Osasuna ha terminado y hay que buscar una salida satisfactoria para todos.