Buen ambiente el vivido en la mañana del sábado en las calles de Pamplona con las aficiones del Athletic y Osasuna mezcladas y disfrutando de una fiesta previa al encuentro de las 18.30 horas.
Todo invitaba a pensar en que ambas aficiones se reunirían en el centro de Pamplona para disfrutar de la previa del encuentro. A diferencia del día contra el Alavés, la temperatura, invernal, no era tan extrema lo que permitió a rojillos y rojiblancos pasear tranquilamente por las calles del casco viejo.
El Athletic de Bilbao había vendido 550 entradas para la afición visitante pero se esperaba que viniesen algunos más, en un número cercano al millar. Así se pudo ver a miembros de ambas aficiones mezclados tomando el aperitivo o unas cervezas. Luego había cuadrillas íntegras de ambos equipos pero siempre con cordialidad, aunque sin faltar alguna broma que otra siempre desde el respeto. Un ambiente que se fue trasladando hacia El Sadar según avanzaba la mañana.
En las proximidades de El Sadar se volvieron a ver las mismas estampas coloridas con algunas refrigerios para ir entonando y, sobre todo, entrando en calor que luego había que combatir el frío del campo sin moverse mucho. Por supuesto, las apuestas iban según el color de cada camiseta que se vistiese.
Segunda mejor entrada del año
Una vez dentro del campo, ya no hubo tantos amigos. Con 22.030 presentes en el campo Osasuna logró la segunda mejor entrada de la temporada, pero sin poder superar a la mejor, que fue contra el Barcelona. El ambiente fue caliente al inicio (incluso antes de comenzar, en el calentamiento, Indar Gorri animó a los jugadores mientras el campo estaba aún muy vacío) pero se fue enfriando a lo largo de los minutos, estando lejos de otros partidos en los que ha sido una caldera.
En el fondo sur, Indar Gorri mostró una pancarta de apoyo a BSH Esquíroz, empresa que ha recibido esta semana la triste noticia de su cierre.
Ovación a Barja
El momento en el que la grada tuvo mayor actividad fue cuando fue sustituido Kike Barja, quien recibió la ovación de todo el campo. En cambio, en la sustitución de Sancet por Berenguer se escucharon pitos, aunque parece que destinado hacia el extremo de Barañáin, no quedó claro el destinatario final.