Acabada de la primera vuelta para Osasuna. Fin a la mitad del camino y momento de hacer balances, sacar conclusiones y, también, mirar al futuro. Y ahí es dónde surge una gran pregunta: ¿hacia dónde mira Osasuna? O más bien es hacia dónde quieren mirar.
Osasuna se encuentra situado con ventaja suficiente sobre el descenso para estar medianamente tranquilo pero también se le han escapado un poco los puestos europeos. Así que todo el club, de la mano, tendrá que decidir hacia donde tira. Pero de verdad, no en discursos que habitualmente son más conservadores que otra cosa para evitar levantar expectativas y que no se cree un relato de fracaso en caso de no conseguirlas.
La realidad es que enero se antoja un mes fundamental para poder tomar esa decisión con una base más documentada. Un mes con partidos importantes ligueros y coperos. Y ahí es donde se tiene que mover el club rojillo. Lo que está claro es que este punto de inflexión llega en el peor momento de la temporada, con siete partidos ligueros sin ganar por lo que urge darle una vuelta de tuerca.
Durante este mes también se espera la vuelta de Bryan Zaragoza. Evidentemente es un jugador que cambia el panorama de cualquier equipo y, en este caso, también del mercado de Osasuna. La baja del menudo andaluz ha demostrado que el equipo necesita como el comer un perfil desequilibrante por lo que su recuperación sumado a Kike Barja debería de cubrir esa necesidad. Pero si el asunto se retrasa, Osasuna se va a haber obligado a incorporar a alguien (y sino, en verano).
Mientras tanto, Osasuna sigue caminando, cierra la primera vuelta con 25 puntos tras sufrir una derrota en el Metropolitano con muchas variantes, siendo sólido atrás pero con muy poca mordiente adelante. Toca darle una vuelta.