Alessio Lisci, entrenador del Mirandés y próximo técnico del CA Osasuna, aseguró en la sala de prensa del Carlos Tartiere, tras perder la final por el ascenso ante el Oviedo, que "ha sido un orgullo" entrenar al equipo jabato.

"Nos queda el mal sabor de boca, es una lástima porque estos jugadores han hecho un gran partido. Mejor que no hable del arbitraje, así el fútbol", explicó el técnico italiano, que no quiso hablar de su futuro y de su posible salida de la entidad jabata.

Preguntado por lo que se queda de estos meses de ensueño para el Mirandés, Lisci dijo que se queda "con la gente de Miranda que nos escribió llorando antes del partido" y agregó que quiere que esta plantilla "pase a la historia del Mirandés".

"Ambos merecimos ascender, seguramente, pero hay cosas que no pueden ser. Sigo sin entender cuándo sí o cuándo no entra el VAR", concluyó el preparador italiano, visiblemente molesto por el arbitraje de Sesma Espinosa.