La defensa de Osasuna tiene grietas

Valentin Rosier se echó la la mano a la parte posterior del muslo derecho tras una acción con un rival, tiró la pelota fuera y, a continuación, el lateral se quedó clavado. Requirió la presencia de los médicos y se marchó inmediatamente del terreno de juego con una apreciable cojera y gestos de dolor. Al francés le deben hacer pruebas médicas, pero las señales de una lesión muscular son manifiestas –Alessio Lisci confirmó que la lesión tiene mala pinta– y el periodo de baja será uno de los inconvenientes con los que tendrá que tendrá que lidiar el entrenador para las próximas semanas. Todo un contratiempo con un futbolista solvente, que ha dejado buenas sensaciones.

La defensa es la línea que más está sufriendo las peripecias de la temporada en estas nueve jornadas. A los cinco jugadores de atrás de Lisci –la línea compuesta por Rosier, Boyomo, Catena, Juan Cruz y Abel Bretones– les han pasado demasiadas cosas en estas jornadas todavía iniciales. 

Todo empezó en el día del debut en la competición, cuando en el primer encuentro de Liga a Abel Bretones le sacaron una tarjeta roja increíble en el Santiago Bernabéu (1-0), que acabó con la no menos sorprendente sanción dos partidos para el lateral. 

Carrusel de cambios

Lisci se vio obligado a incidir en esa línea de elegidos y le encomendó la misión en el flanco izquierdo a Moncayola. Osasuna volvió a la defensa habitual a la cuarta jornada ante el Rayo, que repitió en la quinta contra en Villarreal donde otra incidencia externa se inmiscuyó en los planes del entrenador. Rosier vio dos cartulinas amarillas y se vio obligado a guardar descanso ante el Elche. Iker Benito fue el encargado de estar en el lateral derecho, aunque en aquel encuentro también entró Herrando en la alineación por Juan Cruz por una aparente decisión únicamente técnica.

Con el Betis, al siguiente partido, Rosier volvió a la alineación cumplida su suspensión, pero esta vez se cayó Juan Cruz de la línea de cinco favorita por una cuadro alérgico del defensa. Lisci sí volvió a contar con la zaga titular ante el Getafe, pero no llegó a mantenerse de una jornada a otra. El sábado los problemas musculares de Juan Cruz le llevaron a perderse la visita al Metropolitano, aunque se confía en que pueda estar en condiciones para la siguiente cita, en casa contra el Celta.

Solo dos resisten

La lesión del sábado de Valentin Rosier, además de repetir protagonista en el apartado de incidencias para la defensa –el otro más afectado es Juan Cruz–, castiga de nuevo a la zaga en donde solo se mantienen indemnes Boyomo y Catena. En cuatro de nueve encuentros de Liga, Lisci ha tenido en plenitud de condiciones a sus futbolistas predilectos.

La aparición de la Copa del Rey en el horizonte de la próxima semana –la eliminatoria en Palma con el Sant Jordi– no hace sino confirmar que llega el tiempo para dar entrada a hombres del filial. Por necesidad.