Previa del Sevilla-Osasuna: Necesidad bajo mínimos

Osasuna afronta este fin de semana una de las pruebas más duras del curso. Y no por nivel del rival, sino por los condicionantes con los que se llega. El conjunto rojillo visita el Ramón Sánchez-Pizjuán para medirse al Sevilla (16.15 horas), en un partido marcado por las urgencias y por la larga lista de ausencias que condiciona a los navarros. El equipo de Alessio Lisci, que aún no ha encontrado regularidad fuera de El Sadar, buscará un golpe de efecto ante un rival que también necesita reencontrarse con su mejor versión. En frente, un rival con las mismas urgencias que los rojillos aunque con la plantilla más sana que los de Lisci.

El italiano quiere seguir trabajando para dotar de identidad a un equipo castigado por las lesiones. El técnico transalpino insiste en que su plantilla está comprometida y que los resultados acabarán llegando si el grupo mantiene la intensidad y el orden. Pero va a tener que hacer cambios.

Ante Budimir es la baja más sensible. El delantero croata, referencia ofensiva y máximo goleador del equipo, continúa recuperándose de una lesión muscular en el sóleo de la pierna izquierda. Tampoco estará Lucas Torró, baja confirmada tras no superar las molestias de un esguince de tobillo. Su ausencia deja un vacío importante en el centro del campo, donde el equipo pierde equilibrio y jerarquía. A ellos se suman Valentin Rosier, lesionado en el bíceps femoral, e Iker Benito, que sigue con su larga recuperación de rodilla.

Con esto, Raúl García repetirá en punta, pero esta vez en solitario, como ariete referencia. Moncayola seguirá por la derecha mientras Arguibide coge los automatismos necesarios para poder pelearle el puesto. El lateral es la única inclusión del Promesas ya que, según explicó el propio Lisci, la plaga de lesiones que también afecta al filial hace que no lleve a más jugadores para que puedan competir con el grupo de Santi Castillejo que juega hoy sábado.

E Iker Muñoz saldrá de inicio tras su buen partido en Oviedo, con felicitación pública incluida. El equipo intentará mantener la solidez defensiva, reducir espacios y aprovechar las transiciones rápidas para sorprender al conjunto andaluz.

La gran duda es si se volverá a la defensa de cinco y si Aimar entrará o no en el once inicial. El mediapunta es clave para Osasuna pero aún no se ha puesto a prueba para saber si está como para aguantar más de 45 minutos. En caso de que el cuerpo técnico no lo vea así, el de Arazuri saldrá desde el banquillo.

El rival

El Sevilla, por su parte, afronta el encuentro con la obligación de ganar. Su afición aprieta en el Sánchez-Pizjuán y el equipo andaluz acostumbra a crecer al calor de su gente, aunque las dudas en su juego persisten. Los hispalenses buscarán dominar la posesión, explotar la amplitud por las bandas y generar llegadas constantes al área rival. Para Osasuna, el desafío será resistir los primeros minutos de presión, mantener la concentración en defensa y aprovechar cualquier balón parado o error local para golpear. El partido se presenta como una prueba de carácter para los rojillos, obligados a sobreponerse a las adversidades y competir al máximo nivel pese a las bajas. Lisci confía en que su equipo mantenga la solidez y la intensidad que le caracteriza, y que la mentalidad del grupo sea su mejor arma en un escenario de máxima exigencia.

El Sevilla parte como favorito por plantilla y contexto, pero Osasuna ya ha demostrado que sabe sufrir y sorprender cuando menos se espera. En Nervión, el reto será resistir, pelear cada balón y regresar a Pamplona con algo más que buenas sensaciones antes del parón por las selecciones.