El año 2026 marcará un momento decisivo en la planificación deportiva de Osasuna, con varias decisiones estructurales que pueden definir si el club apuesta por la continuidad del actual bloque o inicia un cambio de ciclo controlado. La razón es clara: un grupo significativo de futbolistas finaliza contrato en junio de 2027, lo que obliga a anticiparse para no llegar a escenarios límite. Y sobre todo porque algunos de ellos son nombres que a día de hoy siguen siendo claves para el entrenador, pero que ya comienzan a acumular una edad importante.
Los jugadores que terminan contrato en 2027 son Aitor Fernández, Ante Budimir, Iker Muñoz, Iker Benito, Jorge Herrando, Lucas Torró y Moi Gómez. Una nómina que mezcla experiencia, peso en el vestuario y perfiles que representan distintas generaciones dentro del equipo.
El caso más avanzado es el de Jorge Herrando, cuya renovación está muy encarrilada. Desde el club siempre ha existido una clara voluntad de continuidad y, tal y como ha reconocido la dirección deportiva, las posturas están muy cercanas tras un acercamiento mutuo. Su progresión y su identificación con el proyecto hacen que Osasuna vea en él una pieza de presente y futuro.
Distinta es la situación de Iker Muñoz. Las conversaciones para ampliar su contrato se prolongan desde hace más de un año, pero por el momento no han terminado de avanzar, lo que obliga a Osasuna a plantearse una decisión a medio plazo para evitar incertidumbres conforme se acerque el final de su vínculo. Se mantiene cierto optimismo en que en este 2026 se puede cerrar un acuerdo con un jugador que es declarado osasunista, pero cuya importancia en el equipo ha ido fluctuando muchísimo.
Más allá de los casos individuales, 2026 será el año de las decisiones con varios pilares del proyecto. Futbolistas como Ante Budimir, Lucas Torró y Moi Gómez, referentes deportivos y de vestuario, entran en una fase en la que el club deberá valorar si apuesta por su continuidad más allá de 2027 o si comienza una transición ordenada hacia un nuevo ciclo.
Budimir y Torró a día de hoy siguen siendo indispensables para el entrenador, tanto Lisci como Vicente o Jagoba. Desde el club se valora como capital su rendimiento, pero quieren esperar un poco para ver cómo evoluciona el juego de ambos antes de tomar una decisión. Consideran que hay tiempo de sobra y otros asuntos que requieren de más urgencia. En el caso de Moi Gómez, la situación es parecida, aunque su importancia ha aumentado esta temporada con la llegada de Lisci, no es tan clave como los otros dos anteriormente mencionados.
En este contexto, Osasuna afronta un ejercicio clave en el que anticiparse será tan importante como acertar. Las renovaciones no solo definirán la plantilla del futuro, sino también el rumbo del proyecto deportivo en los próximos años.