POLÍTICA
Ayuso y Mónica García se encaran y tienen que ser separadas
418 carriquiris por 130.000 pesetas
La edición en facsímil delacta notarial de venta de la ganadería Carriquiri en 1908 sirvió ayeren el Nuevo Casino para rememorar la bravura de la mítica casta navarra
PAMPLONA. La edición en facsimil de la escritura notarial de venta de la ganadería Carriquiri ya está al alcance de cualquier aficionado gracias al libro publicado por la editorial Evidencia Médica y presentado ayer en Pamplona por su autor, Saturnino Napal, que dio la obra a conocer junto a Antonio Purroy Unanua (UPNA), Juan Pablo Moso y Pérez de Salazar (sexto conde de Espoz y Mina) y la estudiosa Naiara Orrillo.
Tal y como expuso el propio Purroy, la ganadería de Nazario Carriquiri fue vendida el 30 de abril de 1908 a Bernabé Cobaleda, ganadero salmantino que abonó entonces 130.000 pesetas a cambio de las 418 reses que formaban la vacada navarra. "Era una fortuna para la época".
Ésta y otras vicisitudes se explicaron ayer en el Nuevo Casino Principal, donde se presentó un volumen primorosamente editado que se vende a 20 euros, y que recoge el documento notarial firmado en el despacho de Juan Miguel Astiz. A la presentación asistió el sexto conde de Espoz y Mina, en calidad de heredero de los últimos propietarios de la ganadería Carriquiri, pero señaló que actualmente su familia ha perdido bastante contacto con el mundo taurino y guardan pocos recuerdos familiares de la época. El acta es propiedad de los olitenses Jesús García Alonso y Pedro Jesús García Mateo.
30 DÍAS DE VIAJE
Antonio Purroy rememoró ayer los pormenores de la venta, como por ejemplo el traslado de los 418 animales de Carriquiri desde su finca navarra hasta la salmantina de Campocerrado, en la localidad charra de Castraz. El periplo duró 30 días, con bastantes bajas por los caminos y cañadas de la época.
El profesor universitario y estudioso taurino recordó que "aún más fama de bravura que los Carriquiri tenía la anterior ganadería del conde de Genduláin", pero la casta navarra se perdió en gran parte porque su bravura no era del gusto de las figuras del toreo. Como curiosidad, pese a vender la vacada en abril de 1908, Carriquiri se reservó nueve toros para ser lidiados en los Sanfermines de ese año. Naiara Orrillo, por su parte, desgranó su estudio sobre la identificación de animales de la raza bovina de lidia de casta navarra antes unos 100 asistentes.