pamplona. Según explicó el director técnico de Inmobiliaria Espacio, integrada en Deproinmed, Gregorio Díaz, cada día se calcula que se van a retirar en torno a 500 m3 de restos procedentes de las viejas Casas de Gorricho. Ayer, la firma Erri Berri de Olite, encargada de los trabajos, continuaba con el derribo de los bloques de viviendas en el chaflán de la calle Teobaldos, una intervención que está despertando gran expectación entre los vecinos del barrio. Como se anunció ayer, las previsiones son que el derribo de la manzana se prolongue durante unos dos meses, pero sus responsables quieren que esté terminado para el 30 de junio, de tal manera que el solar esté despejado para las próximas fiestas de San Fermín.

El director técnico de Inmoespacio, Gregorio Díaz, detalló que la demolición se está llevando a cabo en turnos de mañana y tarde: "No se trabaja por la noche. Ayer (por el miércoles terminaron a las 17.30 horas)", dijo. En estos momentos, en la obra se ocupan entre 3 y 6 operarios de las tareas de demolición, y se prevé utilizar 6 camiones, "que realizarán unos 7 viajes al día cada uno de ellos", detalló Díaz, quien precisó que el primer día "no se recogió escombro". En todo momento, Erri Berri trabaja con una pantalla de neopreno que cuelga de la fachada, "para que no salte ningún material". Conforme avance la demolición, se irán realizando los cortes de tráfico, de forma coordinada con Policía Municipal.

un derribo especial El derribo de la manzana de la calle Leyre es, por su situación en pleno centro de la ciudad, de especial cuidado, si bien la empresa Erri Berri ha llevado a cabo derribos de mayor volumen como la fábrica de El Pamplonica, en la avenida de Zaragoza. En otras ciudades, por ejemplo, de sus últimas obras en marcha o recién terminadas destacan la fábrica de Cruz Campo en Sevilla, el Archivo del Reino de Mallorca y el Hospital San Millán de Logroño.

"Todo el escombro generado se carga en camiones y se lleva a la planta que tiene Erri Berri en Olite, y allí se selecciona". De esta manera se evita perder tiempo in situ. Según precisó Díaz, "se ha hecho un estudio pormenorizado de las medianeras y cómo es la cimentación para evitar al demoler este edificio, que arrastrara a los colindantes".

Respecto a la existencia de materiales contaminantes que compliquen el derribo, el responsable técnico matizó que "yo creo que lo único que hay es alguna bajante, y esas llevan su tratamiento específico". Lo que sí predomina en esta construcción, dada su antigüedad, "es mucha madera".

¿Qué se hace con el escombro? Según explica Gregorio Díaz, todo el escombro se reutiliza. "Cuando llegan a la planta de reciclado se separan. Todo los áridos, es decir lo que es piedra, ladrillo y hormigón va a unas machacadoras, que lo convierten en una especie de grava, que luego se reutiliza", dijo y añadió que "las normativas en materia de derribos son cada vez más estrictas, y obligan a reciclar muchos más elementos". Todos los reciclados "se utilizan para hacer nuevos hormigones, para caminos de parques y jardines, etc.". La madera, en cambio, "si no es reutilizable de ninguna manera, va a convertirse en biomasa, como forma de combustible para calderas".