Aunque también tratarán de recuperar el "carácter popular y participativo que había antaño" en los Sanfermines, ahora "cada vez más comercializados" y buscarán ganar peso de nuevo a la hora de organizar las fiestas.

El primer gran encuentro de los jóvenes peñistas será el próximo 14 de abril, cuando celebrarán un Gazte Eguna conjunto, una manera de llamar la atención para atraer nuevos aires a las 17 peñas de Pamplona.

Desde las juntas directivas señalan que, aunque en algunos casos es cierto que cuesta un poco atraer a los jóvenes, el relevo está garantizado. Este es el punto de vista de algunas de las agrupaciones.

Desde la peña San Fermín David Castillo, explica que en su caso, los nuevos socios "no solo participan sino que muchos están en la Junta, llevan la batuta". Respecto a la percepción de muchos de que los jóvenes están más desmovilizados ahora que hace unos años Castillo opina que tiene que ver con "el ritmo de la sociedad" en general, y lo compara con los años 70 u 80. "Había más movimiento popular en todos los sentidos y eso repercutía en todos, jóvenes o no. No le doy mayor importancia", apunta.

En otros casos, como el del Bullicio Pamplonés, la clave para atraer nuevos peñistas pasa por renovarse. Patxi Zamora explica que desde que hace cinco años reformaron sus instalaciones, "está entrando un montón de gente joven". "Ahora el ambiente no tiene nada que ver con el que había hace 10 o 15 años. Los fines de semana está a tope de gente, hay conciertos o fiestas, y cuando cierran los bares la gente viene y está a tope". En este caso, Zamora considera que la crisis juega a favor de las peñas, porque son un "refugio" frente a los precios altos de la hostelería.

Aunque otras voces señalan que la coyuntura económica puede dificultar la entrada de nuevos. "La verdad es que estamos un poco justillos de jóvenes. Tal y como están las cosas, no tienen dinero, aunque nuestra cuota de entrada es prácticamente simbólica", señala Pepe Guerrero, de El Charco. Son ellos quienes les animaron también a que abrieran una nueva sede en Pamplona, en la calle Jarauta, además de la que tienen en Ansoáin. "Quieren estar más cerca de la fiesta", explica.

Reflexionando sobre cómo implicar a este colectivo, Iosu Izquierdo, de la peña Donibane, considera que el problema es, en algunos casos, la falta de atractivo para ellos en las actividades que programan para la franja de edad que va desde 14 a 20.

"Es una edad complicada, en la que ya no son txikis pero en la que aún no tienen edad para hacer ciertas cosas ni capacidad económica, por lo que es difícil ofertarles actividades cumpliendo estas premisas", afirma Izquierdo. Por este motivo ve con buenos ojos la formación de Irugazpe, una vía para que los jóvenes "trasladen a las Juntas sus inquietudes y así acertar más en programar cosas para ellos".

En el caso de la peña Oberena, señala Karlos Agirre, "el relevo generacional está garantizado". Según él, en la agrupación "hay de todo, pero la media de edad es joven, hay muchos socios entre 25 y 30 años y muchos que empiezan a tener ahora al primer hijo". En este caso, la peña se organiza por cuadrillas, 15 en total, y se accede a la peña avalado por una de ellas, un sistema "muy participativo" que Agirre considera positivo para atraer nuevos socios.

Los jóvenes ganan terreno y se integran también en la Junta, e incluso, como en la Muthiko Alaiak, llegan a la presidencia. A sus 22 años Joseba de Miguel es el presidente de esta peña, una de las más multitudinarias de Pamplona con 430 socios. De Miguel apuesta por mantener la "tradición" y él mismo se ha integrado en Irugazpe. Con unas listas de espera que rondan el año en las secciones y los cuatro años en la peña de adultos "el relevo está garantizado, aunque eso sí, no sabemos la edad de los nuevos socios que están en lista de espera. Dentro de la peña ahora mismo hay de todo, calculamos que habrá unos 150 jóvenes entre los 16 y los 30 años", explica.

Al igual que en la Muthiko, también en la peña Anaitasuna el presidente, Carlos Berraondo, tiene 22 años. Berraondo explica que ya no hay lista de espera para entrar, aunque la había "hasta hace poco". El problema no es que los nuevos peñistas no se impliquen, señala, sino que hasta ahora no se habían organizado conjuntamente, una situación que pretenden cambiar con la creación del colectivo. "Aunque cada uno estamos en nuestra peña, hemos formado Irugazpe de manera independiente para tener más relación entre los jóvenes porque muchas veces coincidimos en actos pero apenas nos conocemos", explica.

El cambio de hábitos en el ocio también puede estar afectando a los interesados en integrarse en una de estas agrupaciones. Según señala Judith, de la Peña Rotxapea, "el auge de las bajeras" está reuniendo a los jóvenes en otros espacios. Aunque en su caso, cree que algunos pueden ser más reticentes porque "al ser una peña de barrio, a lo mejor a muchos chavales no les apetece estar con sus padres".

Desde la peña Irrintzi, Sebastián Arretxe cuenta que "los jóvenes se están moviendo más últimamente", y pone como ejemplo su implicación en los pasados carnavales, también de cara a Semana Santa... "Nosotros ya lo hicimos en su momento, ahora les toca a ellos implicarse para que no nos quedemos aquí cuatro abuelos", afirma.

Otros en cambio, se garantizan un relevo joven estableciendo las condiciones de entrada de los nuevos socios. En el caso de la Armonía Txantreana, su presidenta Natalia Iribarren, explica que para entrar como nuevo socio es imprescindible tener entre 18 y 25 años.

Uno de los jóvenes de la Armonía Txantreana colabora con Irugazpe. "Es una buena idea para dar vida a las peñas, que se estaban quedando un poco caducas. Está bien que los jóvenes se impliquen porque las peñas no son solo Sanfermines y toros, hay actividades todo el año y serán ellos quienes cojan el relevo".

Desde Alegría de Iruña, uno de sus socios Javi Egea señala que los jóvenes de su peña son de los más movilizados, y organizan conciertos, el gazte eguna, la semana del euskera, la semana cultural... "La gente de arriba les pide que se muevan y esto también se nota, si no las peñas desaparecerían", explica.