PAMPLONA. Fue en 1870 cuando el Ayuntamiento, viendo el incesante ir y venir de vecinos hasta un manantial que, según José Joaquín Arazuri, se usaba desde tiempo inmemorial, decidió adecentarlo para evitar que se obstruyera el orificio de salida y disminuyera progresivamente el caudal de la fuente, ha informado el Consistorio en una nota.

De esa fecha datan las lajas de piedra que la contienen -ahora intervenidas por los canteros- con la leyenda 'Año 1870/ Soy fuente tuya/ cuídame/¡ gracias!'. Fue también en esos momentos cuando se construyó la escalera por la que se accedía hasta el agua. La fuente será próximamente recolocada en un espacio próximo a su ubicación original, ya que el Consistorio decidió mantener en la zona este elemento histórico-patrimonial por su simbolismo y arraigo.

LIMPIAR Y RESTAURAR LOS ELEMENTOS ORIGINALES

Los trabajos de los canteros de la Escuela Taller comenzaron el 2 de mayo con la excavación, el desmontaje y retirada de las piedras de mayor valor de la fuente, aunque se encontraron con que la moldura de coronación estaba cascada y no se podía recuperar. Además, las piedras presentaban manchas de aceite de coche, por lo que en primer lugar hubo que limpiarlas mediante agua a presión y material desengrasante.

Posteriormente se sanearon las esquinas de la piedra frontal, en la que está la inscripción, y labraron las caras laterales cortadas para igualar la textura. Además se obtuvieron piedras con molduras similares a la destruida, procedentes del almacén municipal en Miluce, elementos que ahora se están cortando a medida para sustituir a la original, según ha informado el Ayuntamiento.

Una vez recuperados estos elementos, en coordinación con el Area de Proyectos, los alumnos de Cantería prepararán un pequeño solado y adoquinado de piedra sobre el que colocar la estructura, en frente a su ubicación original. La Fuente del Hierro, que da nombre a la calle homónima, fue un espacio de referencia en su época. Tanto, que el mismo Consistorio tuvo que actuar para adecentar el acceso al agua de los ciudadanos y, como recuerda Arazuri, eso sucedió más o menos en los mismos años en los que también se intervino en la llamada Fuente de la Teja.