El ‘Alcalde’ más querido de la ciudad

Pamplona - Nunca ha presidido un Pleno ni ha tirado el chupinazo, y eso que es el Alcalde más antiguo de Pamplona. Pero tiene una suerte que los que le han sucedido (en la política municipal, se entiende) envidian: es el Alcalde más querido por los pamploneses y sin discusiones. Muchos Sanfermines lleva el cabezudo Alcalde (y los otros cuatro de su estirpe, Japonés, Japonesa, Concejal y Abuela) a sus espaldas. Tantos como 125, ya que fueron construidos por Félix Flores en 1890.

Alcalde, al que le pesa la cabeza nada menos que 14 kilos, los representa a todos, y así fue el pasado martes, 5 de mayo, en el homenaje que los Amigos de San Fermín brindaron en la misa de la escalera a los personajes más serios de la Comparsa de Pamplona. “Había una anécdota -recuerda Mari Ganuza, presidente de la Comparsa-. Cuando se hizo Alcalde, las malas lenguas decían que tenía un cierto parecido con el Obispo de entonces de Pamplona”. Ignacio Baleztena contaba entonces que el que verdaderamente se parecía al Obispo era el Japonés. Chascarrillos de la época.

Sea cierto o no, Alcalde se ha ganado el puesto principal de la Comparsa. “Es la figura más importante de todas, guía el cortejo y todos los kilikis y cabezudos tienen que seguirlo. De hecho, cada mañana de San Fermín, antes de la salida, se le da el recorrido a los dos portadores del Alcalde”. Mintxo Cariñena y David Hurtado son actualmente los mozos que tienen ese cometido, aunque antes fueron otros: “Javier Mangado, que antes portaba al gigante asiático, fue uno de ellos. Andaba con las rodillas mal, y tuvo que dejar de bailar al gigante. Por eso cogió a Alcalde, porque van más tranquilos, no corren ni pegan vergazos”. Y otra curiosidad: “El anterior secretario del Ayuntamiento, Jesús Lorda, durante muchos años venía una mañana en San Fermín y llevaba a Alcalde un rato”, recuerda Ganuza, quien añade que Lorda, junto a Joaquín Rebollo (también del Ayuntamiento) han sido dos personas importantes para la Comparsa de Pamplona: “Se preocupaban mucho desde el Ayuntamiento para tener la sede en condiciones y cuidar a las figuras”.

LOS MÁS DESCONOCIDOS De la corte de cabezudos de Pamplona poco se sabe. Al tratarse de una corte de autoridades de rango menor que los reyes (los 8 gigantes tienen 30 años más), el protocolo les obliga a desfilar delante, siempre con su porte hierático. El libro editado en el 125º aniversario de la Comparsa recoge que el pintor y dorador Félix Flores Logier, nacido en la calle San Nicolás en 1842 (en la misma rúa donde vivía Tadeo Amorena por esa época), fue el autor de las 5 figuras. Ya en abril de 1890, el pintor presentó una factura al Ayuntamiento para cuatro cabezudos: “Se construirán cuatro cabezas de pasta de cartón de 70 cm de altura”, decía la misma, al precio de 90 pesetas cada uno. Gustaron al Consistorio tanto que le encargó uno más. Los trajes fueron confeccionados por Serapio Minué (hay factura de 275 pesetas para cuatro de ellos).

Mueve los OJos Y más curiosidades sobre los cabezudos. Alcalde es el único que dispone de un mecanismo interior para mover los ojos: “Quizá por eso asusta y parece que está vivo, pero también porque es excesivamente serio”, precisa Ganuza. Concejal, que lleva 37 años portando Luis Aguilar, es otra cosa, más rocero. Y entre mujeres, hay que señalar que Abuela es la única figura femenina de la corte de cabezudos, kilikis y zaldikos. De hecho, también acostumbran a llevarla dos mujeres, Naiara Palacios y María.

El próximo 6 de julio saldrán de nuevo por las calles de la ciudad en las Vísperas. Cientos de niños le estirarán de la levita y alguno intentará quitarle la vara de mando. Pero Alcalde seguro que ni se inmuta.