pamplona - Hace dos años Inma Canovás y María Arizaleta decidieron unir esfuerzos y formar un grupo para dar clases de acordeón durante el verano, y así, casi sin darse cuenta, formaron Hauspo Alai. “El nombre viene de un grupo en el que yo tocaba antes. Yo estudié acordeón en la escuela de música de Irurtzun, y un día la profesora vino y nos propuso formar un grupo para tocar por los pueblos. Al final, cada uno empezó a hacer sus cosas y dejamos el grupo. Por lo que el nombre se quedó sin usar, por lo que cuando Inma y yo estuvimos buscando nombre lo elegimos”, explicó María Arizaleta.

Y así, estrenando nombre y con mucha ilusión fue como inició Hauspo Alai su andadura. Con el objetivo de ayudar a los txikis, y a los que no son tan txikis, a continuar su educación musical durante el verano, Inma y María decidieron ofertar un curso de acordeón. Pero no era un curso cualquiera, sino que contaba con la presencia de un reconocido acordeonista y profesor, el ruso Alexey Artemyec. “Alexey estuvo varias veces como jurado en un certamen de acordeón que se celebra en Mondragón. Además, algunas amigas habían dado clase con él en Cerdanyola, por lo que le llamamos y sin problema. Vino muy contento”, comentó María.

Tan contento estuvo que no quiso faltar a la segunda edición del curso. “El primer año vino solo, pero el segundo año nos preguntó si podría traer a un alumno suyo con él, para que viera el nivel de los alumnos de aquí y para que ellos vieran el suyo”, apuntó Arizaleta.

Para Dmitry Nikulin, el alumno que Alexey trajo de Rusia, venir a España fue toda una experiencia, ya que “nunca había salido de su pueblo, Tumbov”. Una de las cosas que más sorprendió a Dmitry fueron las piscinas, unas instalaciones que no existen en su pueblo natal. “A las tardes solíamos ir a las piscinas de Alsasua, y estaba encantado”, apuntó María.

cursos Este año, fueron once los txikis que se animaron a participar en el curso. Muchos de ellos, procedentes de Sangüesa. Concretamente, Valeria Gómez, de 9 años, Joanne Pisano, también de 9 años, Ohiane Iriarte, de 12 años, Andrés Granda, de 10 años, Irune Ayesa, 13 años, Haizea Larranza, de 12 años. Además de Federico Medina, que a sus 10 años viajó desde Murcia para ir al curso, Maider Egibar, bilbaína de 10 años, Irati Ibarra, de 13 años y vecina de Bera de Bidasoa y el mutilvés Iker Pulido, de 12 años.

“Yo soy de Sangüesa, y vinieron varios alumnos. Además, otros niños conocían a Inma que es de Murcia. Pero hay otros que han venido nuevos, como Haizea, de Bilbao”, comentó María.

Este año, el campamento de los txikis tuvo algunas diferencias respecto a la primera edición. Además del cambio de residencia, que pasó de ser un albergue de Alsasua a la residencia Fuerte Príncipe, hubo más novedades. Esta vez, los peques no recibieron clases del célebre ruso, “ya que lo que les enseñaba Alexey eran cosas que podíamos enseñarles nosotras sin ningún problema”.

Por lo tanto, en esta edición, los 11 niños y niñas que participaron recibieron clases de María e Inma, acordeonistas tituladas. “Por la mañana los niños tenían clases. Por un lado, clases individuales de 45 minutos con Inma o conmigo, mientras los demás estaban realizando actividades con Leire Telletxea, la monitora del campamento. Y por las tardes hacíamos una hora de ensayo de la canción que íbamos a tocar en común el último día, el día del concierto, que era la de Pipicalzaslargas. Y luego íbamos a la piscina o a ver Pamplona”, apuntó María Arizaleta.

Al final de la semana, los niños y niñas estuvieron tan a gusto “que algunos nos pedían que fuesen más días”. Una sugerencia que ambas acordeonistas están valorando detenidamente. “Con el tiempo, si se apuntasen más niños, iríamos agenciándonos más profes”, explicó Arizaleta.

Por su parte, Dmitry Nikulin, Julen Murga, Ane Urbizu, Inma Canovás y María Arizaleta sí que recibieron clases de Artemyec. Y, al igual que los txikis, ofrecieron un concierto el último día de curso para mostrar los nuevos conocimientos aprendidos.

Hauspo Alai está presente en las redes sociales, con una cuenta en Facebook, HAUSPO ALAI, y otra en Twitter, @hauspo_alai.