Guitarras con alma de skate

zizur - Iñaki Pemán tiene 48 años y es de la Chantrea, aunque lleva mucho tiempo viviendo en Zizur Mayor. Un grave accidente le jubiló en 2010 de su ocupación habitual de mecánico del automóvil y aquello cambió su vida. Apasionado por la música, inquieto y mañoso, aprovechó los conocimientos que aprendió de su padre ebanista y fabricó una guitarra eléctrica, la primera.

Fue el principio de una actividad que adoptó primero como hobby, reparando y fabricando guitarras para los amigos, pero hace dos años conoció a Javier Martín, también músico, y que venía del mundo del skate. “Él vivía en Madrid y vino aquí con un montón de tablas deterioradas que tenía”, recuerda Pemán. “Una tabla puede durar unos dos meses, se acaban estropeando o partiéndose por los golpes, aunque un buen skater puede gastar cuatro o cinco tablas al mes”, apunta Javier Martín.

Así que Iñaki Pemán empezó a elaborar artesanalmente guitarras eléctricas con las tablas de skate inservibles y ambos vieron que aquello era novedoso y que podía llegar a ser interesante. “No se trataba de hacer un adorno para colgar en la pared, sino un instrumento que sonase y que sonase bien”, añade Pemán. Las tablas de skate son de madera de arce canadiense, que es muy apropiada para la fabricación de guitarras eléctricas, igual que el ébano, la caoba o el fresno, las otras maderas con las que trabaja. “Hicimos un prototipo y nos quedamos satisfechos, primero con el sonido y luego con la estética. Además es una manera de reciclar porque de otra forma solo hubieran servido para hacer serrín”, observa Iñaki Pemán. A la vista del potencial, patentaron el invento y contactaron con la empresa de Irun HLC Distribution, una multinacional que fabrica tres mil monopatines al día. La sorpresa fue que allí tenían miles de tablas que no podían poner a la venta por tener algún defecto. “Nosotros necesitábamos la materia prima y ellos la tenían”, asegura.

De momento Iñaki Pemán ha construido artesanalmente una treintena de guitarras y también un bajo, del que se siente especialmente orgulloso ya que es más grande y más difícil de fabricar. “Que yo sepa, nadie ha construido un bajo con tablas de skate”, asegura. La siguiente prueba de que el invento podía funcionar llegó cuando HLC llevó diez guitarras a una feria de deportes extremos en Alemania y allí causaron sensación. El terreno estaba abonado. Ahora están en fase de valoración de costes y de estudiar la viabilidad del producto. De momento no han puesto precio a sus creaciones, aunque quieren que sean “asequibles para todo el mundo”.

“Es un instrumento factible; estéticamente son bonitas y musicalmente suenan muy bien”, señala Pemán. Su trabajo se ha difundido con el boca a boca y ya han aparecido en revistas especializadas como LamonoMagazine o Yorokobu y próximamente lo harán en Dogway y Erossion. En agosto llevaron algunos de sus instrumentos al festival O’Marisquiño de Vigo, la catedral del skate estatal. Su trabajo puede verse en la web www.marthink.com, y pronto tienen previsto trasladarse a un nuevo local más amplio. “Queremos ir poco a poco, no tenemos ninguna prisa”, recalcan.

A Iñaki Pemán le lleva unas cuarenta horas de trabajo fabricar una guitarra de forma totalmente artesanal. Para cada una utiliza dos tablas unidas, tanto para el cuerpo como para el mástil. Luego están los accesorios (clavijas, cuerdas, etc) y la parte electrónica. El resultado sorprende en su taller de Zizur. A la vista quedan preciosas con los coloridos dibujos de las tablas de skate y el sonido no desmerece en absoluto. Constantemente está pensando en nuevos diseños, algunos inspirados en las guitarras de los más grandes del rock. “Tendré treinta modelos diferentes en la cabeza”, señala Pemán. Y lo que empezó como un hobby puede convertirse en una industria. “No soy el primero que fabrica guitarras con tablas de skate, hay gente por ejemplo en Estados Unidos que lo hace, pero queremos darle profesionalidad, no voy a decir que el instrumento sea perfecto, pero sí que tenga calidad”, recalca.

a por la batería Ya tienen guitarras y bajo, y Pemán aspira a construir ahora una batería de percusión completa, siempre con tablas de skate. Cuando tengan todos los instrumentos, no descartan formar una banda. Iñaki toca en el grupo K2bemoles y Javier no tiene grupo actualmente. “Si fabricamos todos los instrumentos y suenan bien podemos formar una banda. Le podríamos llamar Skate blues o Skate rock”, bromea.

Y es que skate y rock siempre han estado relacionados. El sonido de las ruedas del skate sobre el asfalto bebe de la misma cultura que el rock and roll. “De hecho, muchos de los grandes músicos de grupos como Metallica, Iron Maiden y otros han hecho skate”, tercia Javier Martín. Tanto uno como otro tienen una legión de seguidores en Navarra: las pistas de skate proliferan por la Comarca. “Aquí en Zizur hay dos, también en Villava, en Huarte, en Burlada...”, señala Martín.

Mientras tanto, Iñaki Pemán sueña con un centro donde cualquier músico pueda ir a arreglar sus instrumentos o a compartir dudas. “En Pamplona apenas quedan lutier. Mi ambición es crear instrumentos a la carta, a la medida del músico que los va a tocar, aquí no hay nada de eso. Si esto funciona podríamos crear una empresa y, por qué no, puestos de trabajo”.