pamplona - El patinódromo ha sido el espacio más característico del barrio de San Jorge, y durante años un referente para los aficionados a este deporte (durante los años 80 y 90 se celebraban campeonatos de todos los niveles), pero ahora ya no cumple su función. Los vecinos plantean que se “elimine” esta pista dejando todo a un mismo nivel (quitando las gradas y la zona de vestuarios) para poder construir zonas deportivas y de juegos para todas las edades.

Porque aquella pista, por el “abandono y la negligencia en el mantenimiento por parte del Ayuntamiento”, y la construcción de otras dotaciones más modernas en otras zonas de la ciudad, “acabaron con su utilización en San Jorge”, más aún cuando la inundación de 2013 destruyó los vestuarios. Ahora, el parque y las gradas “se han convertido en una barrera física, que no invita a entrar siquiera en el parque”, un lugar que a pesar de que durante las celebraciones (las fiestas, Olentzero, etc) es el punto de encuentro de sus vecinos, durante el resto del año se convierte en un lugar que da “cierto miedo” a los vecinos, por la iluminación precaria, porque no hay ninguna zona a cubierto en los días de lluvia, y porque ahora es más frecuentado por vecinos de otras nacionalidades. Otros elementos han contribuido a crear esta barrera física para los vecinos: la valla metálica del chalet de Gridillas y las ruinas de los vestuarios y la casa de Gridillas, donde, según señalan, prolifera el trapicheo.

Ante esta situación, además de la desaparición del patinódromo en el parque, sugieren que se acondicionen zonas cubiertas, se instale una iluminación adecuada, y se peatonalice la calle Doctor Labaien que da a la zona. Porque “posiblemente la transformación del cuadrante en su conjunto dependerá también de los cambios en el parque”, confían. - M. Salvo