pamplona - 16 de mayo de 1987. El número 29 de la calle Paulino Caballero abría sus puertas reconvertido en un templo para los amantes del surf. “Lo primero que vendí fue un llavero de un Volkswagen Escarabajo con una tabla de surf encima”, recuerda Andoni que en 2014 recibió un reconocimiento del festival Pamplona de Moda por su trayectoria profesional en Koala, el proyecto de vida que comparte con Isabel de Lope.
Y no es para menos, ya que hoy en día, 30 años después de aquella primera venta, Koala se ha convertido en una tienda de referencia en el Segundo Ensanche. En el interior, los recuerdos y las fotos invaden este pequeño comercio y lo transforman en una suerte de museo que late y respira al ritmo de las olas. La joya de la corona descansa colgada de una de las paredes, rodeada de fotos firmadas por los mejores surfistas del panorama internacional. Se trata de una tabla de skate firmada por los miembros de Bones Brigade y por Tony Hawk, uno de los mejores skaters del mundo. Tanto, que incluso protagonizó y avaló una serie de videojuegos.
“La oportunidad de traer al grupo de Stacy Peralta a Pamplona surgió durante una feria en California que en aquel entonces era la más importante del mundo en materia de surf y skate y a la que habíamos ido para traer las últimas novedades”, explica Andoni, que no dudó en aprovechar y volver a la capital navarra junto a estos monstruos del skate. “Llenaron el Anaitasuna. 2.000 personas gritando y sin perder detalle de sus exhibiciones. Aún guardamos un vídeo y la tabla firmada como recuerdo”, apunta Andoni, que a los 12 empezó a coger olas.
No obstante, y a pesar de que fue la idea primigenia, el surf no es el único deporte que se esconde tras el escaparate de Koala; el skate y el snowboard también han jugado un papel esencial en la historia de Koala Family Shop. En 1987 se vendió al primera tabla de snow y en 1991, Andoni obtuvo el título de monitor de snowboard. “Fuimos la primera promoción del Estado, el curso lo impartieron monitores franceses cuando todavía no estaba bien visto que hiciésemos snow en las pistas de esquí”, recuerda Olavarri, que poco a poco fue introduciendo piezas y materiales propios de estos dos deportes en Koala. “En aquel momento vendíamos mucho material, no solo moda, y llegamos a convertirnos en una referencia a nivel nacional”, recuerda.
Con 1996 también llegaron los cambios a Koala. Andoni fichó por una marca de ropa deportiva, Quicksilver, e Isabel, periodista de profesión, tomó las riendas de Koala, convirtiéndose “en el alma mater” de este proyecto. “Cuando yo llegué, predominaba la ropa masculina, pero había muy pocas cosas de mujer o niña”, recuerda Isabel, que decidió ponerse manos a la obra e importar desde la capital del surf la moda más puntera para mujer y niña. Además, ese mismo año dieron vida al comité de snowboard en la federación de deportes de invierno y al Navarra Snow Club, un grupo de competición con el que Koala participó en multitud de campeonatos. “Quedábamos en la puerta de la tienda cada sábado a las 8 horas y nos íbamos a Baqueira, Sierra Nevada... Estábamos muy organizados, incluso conseguimos una furgoneta rotulada con el nombre del equipo”, apunta Andoni, que años antes ya había creado un grupo similar de amantes del skate.
Poco a poco, con el paso de los años Koala ha seguido evolucionando y, al mismo tiempo, trabajando por poner de manifiesto la importancia que tiene para Pamplona el pequeño comercio. Como parte de ese empeño, en 2015 Isabel promovió la primera feria de stock en Pamplona. “Aún me acuerdo que nos llamaron el día anterior para ver si estábamos seguros de seguir adelante porque había caído una nevada de espanto. Al final pusieron dos carpas en el Paseo Sarasate y pasaron más de 46.000 personas”, rememorara Andoni.