pamplona - Tres meses después de que se iniciaran las obras en Pío XII, cuatro de las siete fases del proyecto están terminadas -incluidos los tres nudos más conflictivos en la avenida de Navarra, calle Iturrama-La Rioja y avenida de Sancho el Fuerte- y en noviembre comenzarán los trabajos en el último tramo: desde la Vuelta del Castillo a Navas de Tolosa. Tal y como estaba previsto en el cronograma inicial, a final de año estará acabado en su totalidad el primer gran corredor sostenible de la ciudad, 1.710 metros en total desde la calle Irunlarrea hasta el Bosquecillo, con los que Pamplona comienza una senda que otras ciudades emprendieron hace tiempo hacia un nuevo concepto de la movilidad urbana.

Ya se pudo comprobar ayer que no será un camino sencillo (hubo una protesta de un reducido grupo de vecinos y el portavoz de UPN dijo que “romperá” el corredor si recupera la Alcaldía) y que transformar los hábitos de una ciudad acostumbrada a mimar al coche no sucederá de un día a otro. Pese a todo, la decisión del equipo de Gobierno se mantiene firme y inalterable, como quedó reflejado ayer durante la visita que la comisión de Urbanismo, presidida por el alcalde Joseba Asiron, realizó a la zona de las obras.

A falta, en algunos casos, de remates de jardinería y pavimentación, se han completado ya los cruces de Pío XII con tres grandes arterias: la avenida de Navarra, la calle Iturrama-calle La Rioja y Sancho el Fuerte. El tramo que discurre entre la avenida de Navarra y el acceso a las calles Sancho Ramírez-Pedro I está totalmente ejecutado, aunque falta recolocar la parada del transporte público, acabar la señalización horizontal e instalar todos los bolardos para la protección de los carriles bici segregados.

hacia monasterio de urdax

En líneas generales, la intervención ha superado los dos tercios del corredor sostenible planificado. En estos momentos están en ejecución los trabajos en el espacio comprendido entre la avenida de La Rioja y Sancho el Fuerte, y desde esta última intersección hasta el cruce de la avenida con la calle de Monasterio de Urdax, frente a Iturrama nuevo.

El siguiente paso será la ejecución del tramo de la Vuelta del Castillo para encarar el mes que viene las tres últimas secciones. Partiendo desde la Vuelta del Castillo, la reordenación superará la última intersección de Pío XII (el cruce con la avenida del ejército) para desembocar finalmente en la calle Navas de Tolosa, ya en el mismo acceso al Casco Viejo donde se conectará con el espacio correspondiente al Plan de Amabilización. El Ayuntamiento invertirá en estas obras un total de 1.595.073 euros.

Más allá de las molestias habituales que suelen generar este tipo de intervenciones, los trabajos se han llevado a cabo con la mínima afección posible para el vecindario y comercios de la avenida. No ha habido cortes de tráfico (salvo días puntuales de asfaltado), ni se han modificado los recorridos ni las paradas de las villavesas y en todo momento ha quedado garantizado el acceso a garajes e inmuebles.

Cuando estén terminadas las obras, la avenida pasará de tres a dos carriles para el tráfico rodado en cada sentido, se ampliarán los espacios para los peatones y se habilitarán 3 kilómetros de nuevos carriles-bici segregados a ambos lados de la avenida.

ganancia peatonal De la calzada se elimina la banda de aparcamientos en ambos sentidos que se convertirá en un espacio para acoger tanto el carril bici como las nuevas zonas de ganancia peatonal.

El transporte público circulará prioritariamente por el carril exterior, donde hará sus paradas sin apartadero. El carril central de cada lado, junto a la mediana, será de uso básicamente para el vehículo privado motorizado, que también podrá utilizar los carriles más exteriores, pero subordinado al transporte público y sus paradas.

Las ambulancias y los transportes de emergencias, como en cualquier vía, tendrán prioridad absoluta. De esta forma, la avenida mantiene una capacidad suficiente para una vía que funciona como eje de centro ciudad-periferia. Según los estudios realizados sobre aforos, el corredor sostenible será capaz de asumir la pérdida de un carril y servirá como modelo a los futuros ejes de la ciudad siempre y cuando la vía lo permita. Para paliar la desaparición de 126 plazas de aparcamiento, se generarán 77 plazas rojas de rotación en horario comercial en calles adyacentes a Pío XII.

Acuerdo próximo con la Clínica Universitaria. Los trabajos definitivos del tramo 1 (calle Irunlarrea), que el proyecto contemplaba de manera provisional, están siendo ultimados ya que la configuración definitiva estaba pendiente, entre otros aspectos, de un convenio con los propietarios privados. Según comentó la directora del área de Conservación Urbana y Proyectos Cristina Arregi, el Ayuntamiento ya tiene un acuerdo con la Clínica Universitaria para la continuidad del corredor sostenible por la zona de la calle Irunlarrea.