“Todavía tenemos el susto en el cuerpo. Siempre va a estar porque es un negocio, algo incierto. Pero se trata de acostumbrarnos, adaptarnos y también de que los clientes nos conozcan”. A Ayani Pérez le acompañan su hermana Grecia y su cuñada Stephanie Rodríguez. Las tres tienen 28 años. Las tres son venezolanas. Y desde hace un par de semanas, las tres son emprendedoras. “Teníamos pensado hace rato abrir un negocio, y en ese pensar estaba la opción de un bar. Cuando se nos presentó la oportunidad hablamos con el dueño, nos pusimos de acuerdo entre nosotras y comenzamos”, añade.

El número 6 de la calle Tafalla, antiguo bar Milan, es ahora El Rincón del Pana. Una invitación amistosa a acercarse y probar bocados de su tierra como las arepas, tequeños o el pepito especial, algo así como un perrito caliente a lo bestia. Ofrecen igualmente los clásicos platos combinados de toda la vida (de huevos rotos, pechuga a la plancha, entrecot o cachopo) y hamburguesas. “Es casi como era antiguamente la oferta del Milan, pero le agregamos un toque de comida latina”, explica Ayani.

La arepa de carne mechada y queso gouda. Unai Beroiz

Los tequeños, todo un clásico venezonalo que no podía faltar en El Rincón del Pana. Unai Beroiz

El pepito especial, carne sobre carne y después un poco más de carne. Unai Beroiz

Para completar el viaje gastronómico, como las hermanas Pérez tenían experiencia en el Sushi Dayli de E.Leclerc, en días especiales ofrecen ramen de cerdo, poke bowl de salmón, y makis. Una sola cocina para saltar de un continente a otro. Abierto desde el desayuno hasta la cena, en el Rincón del Pana "estamos tratando de ampliar un poco el menú de los fines de semana y meter una fusión entre ambos países o tierras, como paellas, menudicos de cordero y algún caldo asopado para estos días fríos de invierno, como dicen en mi país una sopa".

En las dos semanas que llevan en marcha, estas emprendedoras destacan que “los vecinos de la zona del II Ensanche nos han dado muy buen recibimiento. Han venido muchos que no habían probado nunca una arepa, les ha gustado y repiten”. Para quien quiera asomarse, prometen “buena atención. Somos súper amables, y encontrarán un ambiente muy agradable”.