La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Pamplona ha aprobado la licitación de las obras de reurbanización y de renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento del barrio de Txantrea. Las actuaciones corresponden a la fase IV del proyecto, que abarca las calles Artajona, Cáseda, Cintruénigo, Etxalar, Etxarri Aranatz, Travesía de Espronceda, Ezkaba, San Cristóbal, plaza del Reloj y plaza del Euskera. El presupuesto del contrato es de 7.653.606,24 euros, IVA incluido.

La reurbanización de Txantrea está incluida en el Plan de Inversiones Locales del Gobierno de Navarra, para el periodo 2023 – 2025, ahora ya con carácter definitivo. El presupuesto de las obras es de 5.192.979,94 euros (IVA excluido), con un importe auxiliable de 1.971.520,35 euros, de los que se recibe el 85%, es decir, 1.675.792,30 euros. El Ayuntamiento recibe 1.089.265 euros este año (un 65% de la aportación máxima) y 586.527,3 euros, en el ejercicio próximo.

La licitación incluye tanto la reurbanización como la renovación de redes, en virtud de Convenio firmado el 21 de febrero de 2024 por el Ayuntamiento de Pamplona y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. El inicio de las obras se sitúa en septiembre de este año, con una duración de 15 meses. Los criterios de adjudicación valoran la propuesta técnica, con hasta 40 puntos; la oferta económica, con 40 puntos; el plazo de ejecución de la obra, con 5 puntos; el criterio social, 10 puntos; y criterio medioambiental, con 5 puntos. 

Las obras licitadas consisten en la renovación total de la pavimentación de las calles y plazas afectadas, la reordenación de los cruces en las diferentes manzanas con la creación de pasos de peatones a nivel y rebajados, la construcción de una rotonda para la reordenación de una intersección de calles, la instalación del nuevo alumbrado público, la jardinería para las zonas verdes de nueva creación y las que se consolidan, así como la instalación de riego necesaria y la sustitución de mobiliario urbano. Asimismo, se ejecuta la renovación de las redes de saneamiento y abastecimiento.

Recreación de una de las actuaciones en Txantrea. Ayuntamiento de Pamplona

El objetivo principal del proyecto es convertir el ámbito de las calles en una zona de y de preferencia peatonal señalizado en la que se permita el aparcamiento vecinal. Para mejorar el espacio y procurar el calmado del tráfico, los cruces de calles se proyectan en plataforma única, con ensanchamiento de aceras y produciendo pequeños giros que rompan con la larga linealidad de las calles en sentido este-oeste. En las zonas en las que se permite el aparcamiento, se opta por la colocación de bordillos que delimiten tanto las zonas de rodadura como las de aparcamiento. Por ello existen pequeñas rampas de acceso en la calzada para discurrir a nivel en los cruces de calles y pasos peatonales.

Redimensión de varias calles 

El contrato continúa con la renovación del barrio de Txantrea, objeto de diferentes intervenciones por la antigüedad de la zona, creada en 1950, y por la apertura de zanjas para canalizaciones. Se necesita renovar especialmente la pavimentación. La sección entre las calles Artajona, Cáseda, Cintruénigo, Etxalar, Etxarri Aranatz y travesía de Espronceda se redimensiona para ajustar las medidas a un carril de circulación de 3,20 m y una zona de aparcamiento de 2,20 m. Las aceras dejan anchos libres a las fachadas en torno a los 2,20 m. En todas las calles se respetan los vados existentes con licencia municipal, dando la posibilidad de que en el proceso de obra se atiendan futuras nuevas licencias.

En cuanto a la calle Ezkaba, se actúa en dos manzanas entre las calles Cintruénigo y Etxarri Aranatz, y se ajusta a la intervención realizada por Gerencia de Urbanismo como segunda fase del desarrollo Txantrea Sur. En la calle San Cristóbal, entre Artajona y Etxalar, la actuación se limita a dar continuidad con el paso peatonal perimetral, ya que estas esquinas fueron objeto de reforma en la que se pavimentaron aceras, se ordenaron los parterres que se dotaron de riego y se colocaron bancos.

En la calle San Cristóbal, entre Etxarri Aranatz y la ronda de calle Mendigorría, se actúa renovando las infraestructuras y dejando una sección entre bordillos con dos carriles de circulación de 3,50 m cada uno y aparcamiento en línea en cada lado de 2,20 m. La acera del lado edificado varía de dimensiones adecuándose a la ordenación y en ningún caso es menor de 2,20 m de anchura. Los pasos peatonales son elevados y el situado en mitad de la calle conecta con las plazas interiores de las manzanas de las calles Santesteban y Lesaka.

La nueva rotonda 

Una de las principales reformas del proyecto es la nueva rotonda en la intersección entre las calles San Cristóbal, Etxarri Aranatz y Magdalena. El plan elimina el cruce semaforizado que dificulta las conexiones peatonales y rodadas, tal y como indica el Plan Municipal, y se reordena con la construcción de una nueva rotonda de radio 10,75 metros, con una calzada de 5,75 metros, ensanchamiento de aceras y conexiones peatonales a nivel en todos los cruces. 

Mediante esta solución se mejoran sustancialmente los recorridos del peatón y se calma el tráfico en un punto que es centro neurálgico en el barrio. Los perímetros exteriores de la rotonda se ajardinan en los ensanchamientos más amplios, dando continuidad y conectando las actuaciones de la plaza del Reloj y la plaza del Euskera.

La plaza del Reloj incrementa su superficie, ya que se incorpora la superficie del parterre y la de asfalto donde se ubica la parada de autobús delante del pabellón edificado y el reloj, que se mantiene en su posición actual. Las zonas de estancia también mantienen la forma circular con bancos de hormigón, pero se retiran los muros perimetrales y el parterre que los rodea se rebaja a nivel de acera, dando una visión más amplia y limpia. La zona de ampliación hacia el parterre se completa con la reubicación de la parada de bus y la plantación de arbolado. Se mantiene en posición el pino piñonero de mayor dimensión y el de menor, se trasplanta.

El paso peatonal en el acceso de la calle Etxarri Aranatz conecta la zona de la plaza de Reloj con la plaza del Euskera, cosiendo ambos espacios habilitando zonas de estancia anexas al parterre que protege del tráfico rodado de la rotonda en el sobreancho que se produce en la acera de la calle San Cristóbal.

La plaza del Euskera 

Otro de los cambios destacados del proyecto es la adecuación de la plaza del Euskera, para hacerla accesible a todas las personas. En la actualidad, el perímetro se encuentra a nivel de las aceras, pero la zona central, más baja, presenta escaleras y rampas. Además, el diseño original encajó los ejemplares de arbolado en unos alcorques-jardinera de hormigón in situ que en muchos casos han limitado su crecimiento.

El proyecto conserva la mayoría de los árboles de la acera de la calle San Cristóbal y se añade una nueva alineación de arbolado joven pegado al bordillo en la nueva acera, de manera que ejercen de filtro al espacio interior de la plaza. El espacio central se eleva y se coloca en continuidad con la plataforma de las aceras de alrededor. En la zona oeste que linda con la valla del edificio de Salud, se adosa un parterre verde que envuelve las zonas de estancia y se adapta a los ejemplares de arbolado que se mantienen. De esta manera, se da continuidad a la transición de espacios en los recorridos peatonales entre las dos plazas. 

Se mantienen las dos paradas del transporte urbano: la previa al acceso a la rotonda desde la calle Magdalena y la parada de la calle San Cristóbal en la plaza del Reloj. La línea número 7 que tenía uno de sus recorridos por la calle Etxarri Aranatz, realizará tanto la ida como la vuelta por el tramo de la calle San Cristóbal entre rotondas para seguir por la calle Mendigorría. Esta modificación se plantea de acuerdo con el Servicio de Transporte Urbano de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.