Jesús Mari Viguiristi, histórico bailador de gigantes y figura clave en la creación de la Comparsa del Casco Viejo de Pamplona, ha fallecido este sábado tras décadas de dedicación a esta tradición, en la que destacó principalmente por bailar durante 25 años la reina asiática Esther Arata, conocida como la turca, de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona, a la que perteneció durante 40 años, entre 1964 y 2003, ayudando en lo que hiciera falta.

Jesús Mari, junto a la giganta a la que hizo bailar durante un cuarto de siglo.

Jesús Mari, junto a la giganta a la que hizo bailar durante un cuarto de siglo. cedida

Viguiristi, que ha perdido la vida a los 75 años, también colaboró en el desarrollo de la comparsa del Casco Viejo, fundada en 2001. Además de enseñar a los primeros bailadores, fue gaitero en los primeros años del proyecto.

En 2019, la Comparsa del Casco Viejo le rindió homenaje durante las celebraciones de San Fermín Txikito, destacando su paciencia y contribución como pieza clave para consolidar esta iniciativa vecinal. “Cuando nació la idea de crear una comparsa del barrio, acudimos a él porque llevaba muchos años en la de Pamplona y nos enseñó a bailar”, recordó entonces Toni Iragi, miembro veterano de la comparsa.

Jesús Mari, durante el homenaje que le brindó en 2019 la Comparsa de Gigantes del Casco Viejo. Unai Beroiz

Miembros de la Comparsa de Gigantes de Pamplona han recordado este sábado a 'Vigui' como "una persona siempre muy positiva y de buen talante. Le conozco desde hace 25 años, y no le he visto nunca cabreado", ha expresado un compañero sobre Jesús Mari, "siempre dispuesto a ayudar".

Homenaje de la Comparsa a Viguiristi. cedida

Tenían la famosa joyería Viguiristi de la calle García Castañón, y estuvo ligado también a los Danzantes de San Lorenzo, donde tocaba el tambor.

En la Comparsa han destacado su faceta como profesor de gigantes, no solo en la Comparsa de Pamplona sino en la de Beriáin, la del Casco Viejo e "innumerables" comparsas. Cuando dejó de bailar, siguió vinculado a la Comparsa con tareas administrativas. Y durante San Fermín o en San Saturnino acudía sin falta a su cita con los gigantes y cabezudos que le han acompañado toda una vida. Descanse en paz, goian bego.

Un zaldiko 'saluda' a Jesús Mari el pasado San Saturnino. Javier Bergasa