Los jóvenes de Atarrabia pintan su Trinidad de Arre

Los jóvenes que alegremente dan color a la obra pertenecen al programa Haziera: una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de la localidad navarra que trata de dar el primer empleo a adolescentes de la localidad. “La iniciativa surgió por medio de Gazteleku, con el objetivo de dar trabajos de verano a los chavales”, afirma Iban Iturri Oficial de Servicios Municipales del Ayuntamiento de Villava. Como cualquier otro empleo, los pintores tienen una jornada laboral de ocho de la mañana a una de la tarde. También, las labores que han desarrollado a lo largo de julio los mozos han tenido una remuneración. Iban lleva seis ediciones dirigiendo Haziera.

En años anteriores se han limpiado y embellecido lugares de la localidad como las pasarelas de conexión Arre o el muro de la vida, dedicado a los represaliados de la Guerra Civil. En un verano colaboraron también los pueblos de Huarte y Villava en Haziera. A su vez, Iban expresa que los chicos no entran a trabajar directamente, sino que “antes se les da un cursillo sobre el funcionamiento de las herramientas que se van a utilizar. Tras las ediciones realizadas, Iban lo tiene claro, el resultado año tras año es “espectacular”.

La tarea se divide en dos tandas que realizan diferentes intervenciones de mantenimiento por el pueblo: durante la primera quincena de julio un grupo intervino en la colonia de San Franciso Javier, mientras las dos últimas semanas del mes otra tanda está realizando trabajos como el pintado del mural o la instalación de riego en jardines. Este año han querido ir un “poco más allá” y aparte de las tareas de mantenimiento típicas, se ha decidido contratar a una artista para el diseño y dirección de un mural y el desplegado de una lona en la orilla del Ara. Ea Milán (@achorrovivo) es la muralista cántabra que dirige las pinturas, suyo es el diseño del mural que decorará la plaza del Fuero y la lona que será desplegada el uno de agosto en el río. “Estoy disfrutando mucho de este trabajo, el ambiente es muy bueno”, apuntaba Bea, quien ya ha realizado otros proyectos artísticos con grupos de trabajo jóvenes. “Yo les guío en la distribución de los colores y hago correcciones cuando hay equivocaciones”. Dotada con el don de la paciencia, Bea quitaba importancia a los errores. “La pintura se arregla con más pintura”, apuntaba. La artista subraya que el trabajo que se lleva a cabo supondrá “una enseñanza a los chicos sobre cómo trabajar en grupo”.

Muy comprometidos

Los chicos participantes en el grupo charlan alegremente mientras almuerzan. Todos procedentes de Villava, algunos de ellos se conocían y otros han entablado amistad a raíz de Haziera. “Me entré de este trabajo a por una charla que nos vinieron a a dar al instituto”, comenta Irati mientras come un sandwich. Destaca el buen ambiente con el que se trabaja. El grupo está sumamente concienciado en hacer bien la pintura, sin embargo las bromas entre los pinturas y su jefa son continuas. “La verdad que Bea ve fallos donde los demás no los vemos “, afirma Hodei, que, por supuesto, ya se ha aprendido el truco de Bea de “la pintura se arregla con más pintura”.

Uno de los integrantes de la cuadrilla insiste que desde que “me he metido a trabajar, las siestas que me echo son más largas”. La dificultad que entraña el mural que están plasmando hace que “igual no se llegue a tiempo”. Bea cree que le tocará remachar los detalles de una garza y unos patos que se representarán bajo los arcos del puente de la Trinidad.

Una vez el grupo ha terminado la pausa del almuerzo el grupo se vuelve a sumergir por completo en dar brochazos a los distintos elementos del mural. El verdor de las orillas del río Ultzama y el gris de los grandes ojos de los arcos del puente de la trinidad dotan ya a la plaza del Fuero de un colorido que salta a la vista. Los trabajadores integrantes de Haziera seguirán hasta que termine el mes brocha en mano dando color a su Villava.