El Ayuntamiento de Pamplona está estos días trabajando en la limpieza de los paramentos más altos e inaccesibles de las murallas de la ciudad. Tras actuar en las últimas semanas en los 3.700 m2 del baluarte de Gonzaga, en el parque de la Taconera, en estos momentos el personal que se encarga de la limpieza vertical está trabajando en los lienzos del Frente de Francia. Su altura, y una inclinación que imposibilita colocar andamios, así lo requiere.
El equipo de trabajo está formado por cuatro especialistas que se descuelgan con arneses usando líneas de vida y mosquetones ‘tipo escalada’, para garantizar la seguridad en sus labores. Los anclajes se suelen colocar en la parte de arriba de la muralla, que durante ese tiempo se cierra al paseo, y a veces, se usan los anclajes que ya están colocados desde hace años en los lienzos y que también utiliza el Servicio de Zonas Verdes para alcanzar zonas menos accesibles de la muralla.
Los trabajos de limpieza vertical, cuando concluya el mes y medio de duración previsto, se habrán extendido sobre 8.600 m2 del perímetro fortificado si se suman los lienzos de los baluartes de Gonzaga, Guadalupe (900 m2) y Parma (1.100 m2), el baluarte bajo del Pilar (800 m2) y el paramento que se extiende entre el Portal de Francia y baluarte de Guadalupe (2.100 m2).
Las labores consisten en la retirada de la vegetación de pequeña envergadura que se genera en las juntas entre sillares. Las raicillas van erosionando el mortero, y eso permite la entrada de agua de lluvia o de escorrentía que, cuando se congela, fractura las piedras o las mueve de su sitio. Además de retirar de forma manual esa vegetación y, en su caso, reponer el mortero, cuando en los intersticios han arraigado ejemplares de árboles –normalmente en estado muy incipiente, aunque con raíces más fuertes- los especialistas tratan de inutilizar el pequeño árbol para que se seque de forma natural.
Cuidado del patrimonio
El compromiso municipal de no usar elementos que puedan perjudicar a la flora y la fauna que aporta biodiversidad a la ciudad hace que ya no se utilice biocida para la limpieza y que, incluso tras haberla hecho, se permita la presencia de musgos que no resultan dañinos para las estructuras de la fortificación. En este contrato, cuyo periodo de vigencia se inició en verano, hay un especial compromiso con la vida silvestre, de forma que está previsto calendarizar los trabajos respetando los ciclos naturales. Otoño no es el momento más complicado, a diferencia de los meses que median entra marzo y junio, en muchos casos época de cría.
En estos momentos, la empresa Construcciones Leache, titular del contrato de conservación del recinto amurallado y los puentes medievales, se encuentra en mitad de los trabajos de limpieza vertical previstos, que se prolongarán entre dos o tres semanas. Luego el tiempo dificultará mucho esas tareas, por lo que llegará el momento de abordar otros trabajos, como la limpieza del mausoleo dedicado a Pablo Sarasate erigido en el cementerio municipal o el repaso a las estructuras del Portal de Francia de cara a la llegada de los Reyes Magos, a principios de enero.
Estas labores de limpieza vertical están incluidas en el contrato de mantenimiento de murallas del Ayuntamiento de Pamplona que recoge un sistema de revisión, control y conservación integral del conjunto fortificado de la ciudad construido entre los siglos XVI y XVIII, calificado como Monumento Histórico Artístico Nacional y Conjunto Histórico Artístico. El contrato cubre el recinto de la Ciudadela y sus edificios (Cuerpo de Guardia, Horno, Polvorín, etc.), así como sus defensas exteriores (revellines, contraguardias, fosos, contraescarpas, caminos cubiertos, traversas etc.). Pero también cubre las murallas de la ciudad y todos sus elementos: baluartes, rondas interiores, paseos de conexión, portales y fuertes avanzados. Asimismo, forman parte del objeto de contrato -por lo que se deben realizar esas mismas funciones en ellos- los puentes medievales de Magdalena, San Pedro, Santa Engracia y Miluce.