¿Cómo afronta su futuro el Mercado de Santo Domingo de Pamplona? ¿Corre riesgo de gourmetización, de convertirse en un reclamo meramente turístico como ocurre con el mercado de San Miguel y el de San Antón en Madrid, el Mercado de La Bretxa en Donosti o el de la Boquería en Barcelona?

“No creo que eso suceda, pero espero que no se les ocurra convertirlo en algo turístico, porque nos iremos”. Mikel Aldave es propietario de la Carnicería Abaurrea desde hace 15 años, pero hace 32 que trabaja en el Casco Viejo, antes en la carnicería de Jesús Fernández. “Se jubiló Ángel Yárnoz, y mi socio y yo cogimos su puesto”.

Puesto de verduras en el Mercado de Santo Domingo, junto a otros de carne. Iban Aguinaga

Desde entonces, Mikel Aldave ha luchado por dinamizar el Mercado y evitar su declive. Participa en todos los foros, en las actividades que se organizan y hasta ha dado cursos de carnicería durante tres años para formar a futuros expertos en el corte: “Habremos tenido más de 200 alumnos”. El tema no es tontería. Uno de sus alumnos se animó y montó su propia carnicería en el Mercado, y otras dos alumnas trabajan hoy con él en el puesto. Por eso, actividades como la formación podrían contribuir a garantizar el relevo en el Mercado, cuya historia reciente se remonta a 1877, lo que le convierte en uno de los 5 más antiguos del Estado. Fue su reinauguración, después de que en 1875 sufriera un incendio que lo destrozara completamente.

La red comunitaria AZ del Casco Viejo ha impulsado durante las últimas semanas las jornadas de debate El Mercado que tejemos juntas, que han reunido al vecindario, comerciantes, expertos en sociología, soberanía alimentaria y gestión.

Fachada del Mercado de Santo Domingo, que ha superado los 150 años de historia reciente. Javier Bergasa

Porque, tanto la asociación de vecinos y vecinas, como el vecindario del Casco Viejo en general, es “consciente desde hace tiempo de la situación que vive nuestro mercado municipal”, en el sentido de que “lejos quedan aquellos tiempos en los que La Plaza era punto de encuentro masivo de compradores y vendedores y cada vez parece más cercana la triste perspectiva de un Santo Domingo sin vida, o como está ocurriendo en ciudades de nuestro entorno, gourmetizado, al servicio del turismo y no de los vecinos”. En busca de una solución, el barrio ha realizado desde septiembre este foro de debate, que el jueves pasado reunió a cuatro comerciantes de Santo Domingo: Mikel Aldave, Mari Paz Sola, Edurne Urzaiz y Maitane Gorostiza. El equipo de AZ elaborará las conclusiones para trabajar en ellas.

"En el Mercado tenemos que ir todos los comerciantes a una"

Mikel Aldave señala que el Mercado de Santo Domingo tiene clientela y que negocios como el suyo funcionan: “Hicimos una reforma importante y ahora estamos 5 personas trabajando”, dice y añade que hay actividad: “Viene mucha gente, del barrio, de la Rochapea, nos compran las peñas del Casco Viejo y tenemos bastante gente joven”. Sin embargo, opina que para reimpulsarlo “en el Mercado tenemos que ir todos a una, y en este momento hay poca unión para hacer cosas”.

Público asistente a la última jornada sobre el Mercado, celebrada el pasado jueves 9. Iban Aguinaga

Aunque es un mercado municipal, en este momento funciona como sociedad limitada, y no será asumido por el Ayuntamiento (como este año el de Ermitagaña) hasta 2028. ¿Y mientras? Porque quizá sea demasiado tarde. “El 95% queremos que la municipalización llegue pronto”, dice Aldave, quien propone algunas ideas como abrir también los jueves por la tarde, porque la ciudadanía pide más flexibilidad horaria: “Igual el primer jueves estoy yo solo, pero luego quizá el resto se anima”, dice.

Aldave fue también uno de los primeros en sumarse a la compra a domicilio. “Lleva unos 5 años y no hay día que no llevemos un pedido, a Zizur, a Mutilva... A la semana, unos 20 fijo”. Este carnicero cree que hay futuro en el Mercado. “Necesitamos ilusión, y un empujón del Ayuntamiento, porque los políticos solo bajan en las elecciones”.

Impresionante imagen del Mercado de Santo Domingo del siglo pasado. DIARIO DE NOTICIAS

En el mercado hay una veintena de puestos activos, pero hay media docena vacíos, y son de los grandes: “Y eso pues da una triste imagen”. Quien habla es Mari Paz Sola, que regenta, junto a Edurne Urzaiz, la quesería Gaztaleku desde hace 20 años. “Estamos contentas, viene gente de muchos sitios”, dice, pero “no hay relevo. La planta de abajo da tristeza. ¿Cómo se va a meter nadie a montar ahí un negocio?”, opina.

“La gente nos dice ¿qué está pasando con el Mercado?”. Por eso sugiere “un lavado de cara para intentar conseguir que los fines de semana la gente vuelva a hacer la compra en el Mercado, como pasaba antes”. A ella le gustaría eso, “que estuviera lleno de puestos de alimentación, tradicionales. No queremos que acabe como otros mercados, solo para turistas”.