Pamplona. Óscar Insausti es hasta la fecha el último navarro en ganar el título del Mundial individual de pala. Ocurrió en 1999, aunque bien es cierto que por aquel entonces el torneo tenía otra denominación. Se llamaba Campeonato de Euskadi, ya que el Consejo Mundial de Pelota Vasca, encargado de organizar ahora la citada competición, nació hace relativamente poco, en 2006. La cuestión es que ya ha llovido mucho desde que Insausti se hiciera con la última de las cuatro txapelas individuales que conquistó durante su dilatada y exitosa carrera profesional. Sin embargo, 13 años después, otro navarro se postula ahora para hacerse con el título. Contra todo pronóstico, ya que pocos eran los que apostaban por Xabier Ibargarai (Erratzu, 1985), un chaval de 26 años (cumple 27 el próximo 19 de octubre) que se ha plantado en la liguilla de semifinales y se ha convertido en la gran sorpresa del torneo.
El joven zaguero navarro debutó como profesional hace cuatro años y un día. En 2010 ya se coronó como campeón individual de Segunda, aunque un año antes estuvo a punto de lograr el título del Parejas de Primera en compañía de Esteban Gaubeka. Sin embargo, Ibargarai notaba que necesitaba mejorar en algo para dar un salto cualitativo y hace unos meses encontró la solución en una dieta con la que ha rebajado su peso hasta convertirse en un pelotari tremendamente competitivo. Tanto que en la presente edición del Mundial individual ha tumbado a Vega, Garma y Gaubeka, tetracampeón del torneo y defensor del título, y ha iniciado con victoria su primera participación en la liguilla de semifinales. Pudo con Urkijo y ahora aspira a sorprender a otros dos monstruos del leño: el argentino Pablo Fusto y el cubano Wladimir Luján, últimos escollos en su afán por alcanzar la final. Sin obsesionarse, Ibargarai mira hacia adelante con una mezcla de ilusión y cautela.
No hay quien le pare.
Sí, es sorprendente. Ganarle a Gaubeka fue una alegría del copetín. Así entré en la liguilla de semifinales y en la primera jornada pude con Urkijo. El sábado me toca contra Fusto y, si ante Gaubeka di la campanada, puedo hacer lo mismo contra cualquiera.
Pero le queda jugar contra Fusto y Luján, dos palistas que ya han sido campeones...
Pero lo voy a dar todo. Si hago mi partido y mis cosas, sé que tengo opciones de ganar el campeonato, aunque también necesitaré tener un pelín de suerte.
Ha ganado los cuatro partidos del Mundial que ha disputado. ¿Con cuál se queda?
Con el de Gaubeka. Jugar y ganar al actual campeón en Elizondo con toda la gente del pueblo en el frontón fue una experiencia inolvidable. Siempre me acordaré de ese partido.
¿Cuál es el secreto de su éxito?
Han cambiado muchas cosas. En primer lugar, mi físico. Me he quitado 21 kilos en tres meses. Y en segundo lugar, la manera de afrontar los partidos. Me he preparado mejor mental y físicamente y me noto muy bien. Creo que la clave ha estado ahí. Ahora llego a pelotas que antes ni me imaginaba que podía llegar, acabo todos los partidos bastante bien, no me canso tanto y el contrario se cansa más para hacerme el tanto. Por eso tengo más opciones.
¿Cómo ha logrado perder tanto peso en tan poco tiempo?
Fui a una nutricionista de Donosti que me dio una dieta específica.
¿Por qué decidió dar ese paso?
Me di cuenta de que tenía que hacer algo. La espalda me molestaba y al quitarme peso he solucionado el problema. Hubo un momento en el que dije: "Hasta aquí hemos llegado, me tengo que poner en forma porque esto no puede ser".
¿Le está mereciendo la pena?
Sí. No sabía que llevar una alimentación equilibrada podía ser tan importante, pero he visto que sí. Llevar una dieta sana y equilibrada te ayuda en todo, hasta en el aspecto psicológico. Veo que he perdido tantos kilos y que me encuentro tan bien que psicológicamente soy más duro. Antes acababa fundido. A veces me decía: "No le doy la vuelta a esto ni loco". Pero ahora sí puedo.
¿Se ve capaz de lograr la txapela?
Ganándole a Gaubeka me di cuenta de que puedo ganar a cualquiera. Es el actual campeón, ya lleva cuatro txapelas y ha ganado a Fusto y a Luján. Es verdad que todos los partidos son diferentes, pero sé que voy a tener mi oportunidad y quiero aprovecharla.
¿Está en su mejor momento?
Por estado físico, sí, pero creo que la mejor edad para jugar a pala llega a partir de los 30 años y todavía tengo 26 y margen de mejora.
Óscar Insausti fue en 1999 el último navarro en ganar el título individual de pala y Juan Recalde también coqueteó con las últimas rondas de la competición. ¿Qué le dicen estos nombres?
Son de una generación anterior, aunque he coincidido en algún entrenamiento con ellos. La verdad es que me haría ilusión ser el siguiente navarro en ganar. Pero son palabras mayores. Insausti es uno de los mejores de la historia, si no el mejor; y Recalde, parecido.
Así que su sueño es emularles.
Me gustaría ganar la txapela este año sea como sea, pero, si no puede ser, lo voy a seguir intentando en el futuro.