Qué pasa, tío

PAMPLONA. Koteto Ezkurra apura sus últimos días como profesional. A sus 41 años admite que el final de su carrera está cada vez más cerca. Esta tarde disputa en el frontón Galarreta de Hernani su décima final del Campeonato de Parejas de remonte. Podría tratarse de una más. Pero no es así. Y es que el veterano y laureado delantero de Doneztebe (ha ganado 11 txapelas individuales y tres por parejas) se enfrenta a su sobrino, Josetxo Ezkurra, 19 años menor que él. La cita es hoy, a partir de las 17.00 horas, en el segundo partido de un festival que arranca a las 16.00 horas y que ETB 4 tiene previsto emitir en directo. Koteto estará acompañado por el guipuzcoano Ion Etxeberria, que defiende el título que conquistó el año pasado junto a Xanti Uterga, mientras que otro doneztebarra, Julen San Miguel, el actual campeón individual en frontón largo, será el zaguero de Josetxo.

Pero hasta aquí llega la emotividad del enfrentamiento entre tío y sobrino. "No iremos juntos al frontón. Cada uno irá por su lado", revela Koteto. Y lo hace en presencia de Josetxo, que se limita a esbozar una sonrisa pícara en respuesta a los persistentes intentos del veterano por ponerle nervioso. La guerra psicológica ya ha comenzado. O al menos, así quedó patente en el encuentro entre ambos en su localidad natal, Doneztebe, promovido por este periódico y al que tío y sobrino accedieron el pasado jueves por la mañana. A dos días de la disputa de la final, se elogiaron, pero también se retaron. "Soy de la escuela yugoslava y ya llevo toda la semana intentando minarle la moral, pero no se deja", admite con sorna Koteto, a lo que Josetxo responde: "Hay discusión en casa y en el pueblo, pero de momento estoy tranquilo, aunque igual el día del partido me pongo como un flan". "Dice que me va a tener de un lado a otro del frontón, pero espero que sea al revés", añade el sobrino de Koteto.

Los dos Ezkurra que hoy disputan la final del Parejas se conocen a la perfección. De hecho, no hace mucho trabajaron juntos en un negocio familiar (servían comidas y atendían la barra del bar de las piscinas de Huarte). Además, Josetxo ha mamado el remonte desde bien pequeño y tiene a Koteto como ídolo y referente. "Le he visto jugar, entrenar y de todo. Pelotaris como él sale uno cada mucho tiempo", admite, aunque no le teme: "Intentaré ganar, aunque será difícil". A pesar de la batalla dialéctica previa a la final, Koteto se apiada durante un instante de su sobrino y rival, y le ofrece un consejo. "Solo puedo decirle que sea él mismo, que sea natural en la cancha", le asesora, aunque aflora su vena competitiva. "Sé que no va a jugar como durante el resto de campeonato porque el ambiente de una final impresiona. Además, aquí no vale ser familia, saldré a ganar y punto", amenaza. Lo que ocurra después será otra historia, porque los finalistas festejarán juntos en Doneztebe (Julen San Miguel también juega y es natural de esta localidad) una txapela a la que ya se le puede bordar el apellido Ezkurra. Solo falta desvelar el nombre: Koteto o Josetxo.