pamplona. Se desprende de su libro la admiración que le despierta la figura del rey. ¿A qué se debe?

Soy periodista. Mi único patrimonio es la verdad. El rey, con sus virtudes y defectos, se despide desde el afecto y agradecido en la capilla ardiente de Carrillo y con el mismo afecto recibe al Papa cuando llega a España. Soy práctico, el rey no es sectario. Y un líder así me atrae. Si tengo que pedir perdón por hablar bien del rey, lo pido, pero soy tan libre como usted y hablo bien, también de sus defectos. Si por hacerlo me dice que admiro al rey… ¡Adelante!

No sé si es un buen momento para alabar a esta institución, nunca ha estado tan cuestionada...

En mi libro no alabo, describo. Solo doy datos, no me permito dar ni media opinión. Prefiero que los lectores saquen sus propias conclusiones. El rey tiene defectos ¡Claro! Y fue él quien pilotó la transición, fue el motor del cambio en España. Del franquismo a la democracia. Y en aquella transición el rey lideró valores como la concordia, la unión, el diálogo, el perdón… que me parecen de rabiosa actualidad.

¿Ha sido el rey irresponsable con el episodio de Botsuana?

Sin duda. Y, después, ha pedido perdón y ha rectificado. Tampoco me gustaría verlo en el McDonald's tomándose un McMenú de un euro para una demagoga foto.

¿Qué cree que ha perjudicado más a su imagen?, ¿los elefantes, los rumores de crisis en el matrimonio o el caso Urdangarín?

O más aún las décadas, tras pilotar la transición y reventar el 23-F tras la que se ha hablado, siempre, de un rey pluscuamperfecto. ¡Sin errores humanos! Y, de repente, vemos imperfecciones en nuestro rey, ¿y…? Antes, también los había ¿Y por qué no se contaban? Con Urdangarín ¡Todo el peso de la ley! Y en este caso, un poquito más para ser ejemplares.

Dice en su libro que las confesiones del rey demuestran su pasión por la democracia y que se ha convertido en el rey de todos los españoles, pero la verdad es que fue un rey impuesto por Franco y juró su fidelidad al régimen, ¿cómo explica esto?

Narro en el libro cómo el rey recibe todos los poderes de Franco y los devuelve al pueblo, ayudado por una clase política extraordinaria -la de la transición- y los ciudadanos que votaron. Detallo, también, cómo desde la ley del movimiento, la de Franco, que el rey acepta, él es capaz de cambiarla por otra, la democracia. Y sin derramar ni una gota de sangre. Al morir el dictador, el búnker de Franco no aceptaba ni la dictablanda. Y Juan Carlos consiguió tejer la transición, dialogar con todos y devolvernos la capacidad de decidir sobre nuestro propio presente y futuro. Y expresarnos, todos, con total libertad.

¿Cree que el beneplácito que se dio a la Constitución es suficiente para garantizar la legitimidad democrática del rey?

Para lograr el acuerdo de todos: desde el comunismo a la derecha, lo dice en mi libro el rey: "Me voy a quedar con menos poder que el rey de Suecia". Y no le importa que sea así, si gracias a ello se firmaba una constitución para todos los españoles. La mayor legitimidad del rey, me parece, es transformar una España, la de Franco, la de vencedores y vencidos a la España de la concordia, la constitucional, la del rey. El rey trajo a España al Partido Comunista del exilio…

¿Tiene sentido en los tiempos que corren mantener una institución como la monarquía? Parece anacrónica y supone un gran desembolso para las arcas públicas mantenerla.

Yo no opino. En mi libro sólo doy datos. El rey no es ningún sectario, ni trabaja por periodos cortoplacistas de cuatro años, que ya vemos a lo que nos llevan…

¿No cree que debería someterse a un referéndum para garantizar su legitimidad?

¿Cómo el que solicita CiU de Mas y Esquerra Republicana de Oriol Junqueras para la independencia catalana…? Puf… No me huele nada bien.

¿Cree que la institución sobrevivirá esta crisis?

No soy adivino. Pero como le digo, una institución que la izquierda cree que es de derechas y la derecha cree que es de izquierdas me gusta para España.