- En la misma órbita que el PSN se encuentra el socio prioritario y miembro del Ejecutivo, Geroa Bai. Ayer, la portavoz de la coalición interpretó rápidamente el movimiento de Navarra Suma como una trampa para el Gobierno con la única voluntad de erosionar la mayoría minoritaria de Chivite. Es decir, que el gesto de Esparza no tiene nada que ver con la voluntad de lograr un acuerdo por el bien de los navarros, como ha querido vender la derecha. De hecho, la propia Barkos, con la que ayer se reunió Chivite antes de los encuentros de la tarde con la oposición, vaticinó que será el promotor de un veto inadmisible -es decir, Navarra Suma- el que terminará excluido de las negociaciones. Y no porque nadie le termine echando, sino porque serán ellos mismos los que abandonen cuando vean que su órdago, ya casi desactivado, no le proporcionará réditos políticos.

“Navarra Suma se equivoca cuando lo que plantea es un veto de facto a una formación con la que se podrán tener diferencias más o menos hondas”, reflexionó, pero a la que no se puede poner “coto y frontera” cuando no lo han hecho los tribunales, y cuando la ciudadanía los elige con toda la legitimidad democrática. Barkos incluso se aventuró a pensar que lo que va a terminar ocurriendo es que excluya al propio proponente de esa exclusión”.