Sare afirma que el preso de ETA 'Susper' tiene covid-19 y pide su liberación
El recluso padece esclerosis múltiple y su salida de prisión ya le ha sido denegada dos veces
La red de apoyo a los presos de ETA Sare ha pedido la liberación del preso enfermo Ibon Fernández Iradi, Susperinterno en la cárcel francesa de Lannemezan, que ha dado positivo en coronavirus y presenta síntomas, al tiempo que ha mostrado su preocupación por el "riesgo de contagio" del resto de reclusos de ese penal.
La Sala de Aplicación de penas del Tribunal de Apelación de París consideró el pasado mes de febrero que no existían motivos médicos suficientes que justificaran la excarcelación de Fernández Iradi, que padece esclerosis múltiple, en contra de lo que había decidido en noviembre de 2019 una instancia inferior.
Esta fue la segunda vez que Susper vio rechazada su demanda de salida de la cárcel, que ya le fue denegada en 2016.
Sare ha recordado este martes en un comunicado que ha solicitado la liberación de los presos de ETA con enfermedades graves, ya que "al hecho de que seguir en la cárcel, que pone en riesgo sus vidas", se le añade la covid-19, aunque en el caso de Fernández Iradi "no se ha tenido en consideración".
A juicio de Sare, el contagio de Fernández Iradi es "consecuencia" de la decisión de "dejar a los presos" de ETA "al margen de las medidas establecidas" por la pandemia para las cárceles.
Para reclamar la liberación de éste y el resto de reclusos de ETA con enfermedades graves, Sare ha convocado una concentración para mañana en Lasarte-Oria a las 19:00 horas
Fernández Iradi fue detenido en diciembre de 2002 en Tarbes, en el suroeste de Francia, pero logró fugarse de la comisaría de Bayona antes de ser presentado ante un juez.
Un año más tarde volvió a ser arrestado, esta vez en la cercana localidad de Mont de Marsan, donde la Policía francesa le intervino además abundante documentación de la banda, tanto operativa como contable.
En 2013 fue entregado temporalmente a España para ser juzgado, antes de regresar a Francia para seguir cumpliendo las penas: dos de 30 años de prisión, una por haber dejado malherido a un gendarme en 2001 y otra como antiguo jefe militar de ETA, así como una tercera de 15 años.