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El debate sobre los indultos deriva en reproche al estilo de oposición de Navarra Suma

La coalición vuelve a la carga proponiendo prohibir determinados indultos tras los aplicados a líderes del Procés

El debate sobre los indultos deriva en reproche al estilo de oposición de Navarra Suma

Catalunya se hizo este jueves un hueco en el debate foral a propósito de Navarra Suma, un día después del inicio de la mesa de diálogo. Esta coalición volvió a presentar en el Parlamento, 11 meses después de una moción fallida, una nueva iniciativa enfocada a reformar la ley de indultos en el Congreso. El movimiento, con una intencionalidad política evidente en pos del desgaste a Pedro Sánchez, no escapó al reproche del resto de grupos de la Cámara.

La propuesta fue defendida por el parlamentario Jorge Esparza Garrido, que buscó ligarla a la que el PSOE presentó en 2017 en tiempos de Rajoy, pero ahora impidiendo los indultos por delitos sedición o rebelión, proponiendo entre otros nuevos requisitos que el informe del tribunal sentenciador sea vinculante también para los indultos parciales.

En el turno de respuestas, la parlamentaria del PSN Inma Jurío tuvo la intervención más extensa, con un tono que comenzó irónico, mudó a enojado y terminó explicativo para defender el diálogo y la “utilidad pública” de los indultos impulsados en junio por la Moncloa. “Ayer Vox en el Congreso presentó una moción sobre el indulto y se le dijo que no, y hoy a ustedes se les va a volver a decir que no”, avisó. Jurío criticó el “interés político” de la proposición, prevista a su juicio “para volver a poner encima de la mesa la indignidad del Gobierno de Navarra y del Gobierno de España por hablar con partidos que legítimamente están en las instituciones políticas porque así lo han decidido los ciudadanos, y con los que el PSOE habla y llega a acuerdos” para políticas “que están favoreciendo a la ciudadanía navarra y española”, lo que contrapuso a la “política de tierra quemada” de Navarra Suma. “Hay que innovar, y ustedes no innovan”.

Blanca Regúlez, de Geroa Bai, reprochó Navarra Suma “un juego al que nuestro grupo no va a entrar”, y cuestionó un planteamiento “demagógico” y “falta de rigor” en la intervención de Jorge Esparza. “Impedir la posibilidad del Gobierno de ejercitar su derecho de gracia en razón del delito es una vulneración constitucional tanto respecto a las facultades constitucionales del Gobierno como al principio de igualdad que impida la discriminación en la ley entre los reos”, afirmó. Para Regúlez, “limitar los delitos” para conceder indultos supondría “negar un recurso gubernamental para buscar solución a problemas políticos que se puedan dar”.

También se sumó al consenso mayoritario la portavoz de EH Bildu, Bakartxo Ruiz, que habló de un “debate trampa”, y acusó a Navarra Suma de llevar al Parlamento “el espíritu de Colón”. La parlamentaria criticó la ley del indulto por “anticuada”, por haberse hecho un uso “arbitrario”, y por ser “fuente de impunidad”. Pero ahondó en lo que entiende está ahora en el trasfondo de la cuestión: “El conflicto político de Catalunya, cómo se solucionan los conflictos políticos, y qué salida se da desde el ámbito político para hacerlos frente”. A su juicio, Navarra Suma estaba dejando “claro” que su camino es “la represión, la venganza, la cárcel y, si fuera necesario, sacar tanques a la calle”.

Ainhoa Aznárez, de Podemos también habló de un “mero interés político, no jurídico” de la proposición. Por el mismo interés político, dijo, “30 parlamentarios de esta Cámara le decimos que no apoyamos este proyecto de ley”. Aznárez defendió el diálogo “en pro de la convivencia” para ser “capaces de resolver justamente conflictos políticos con alta política, y no con políticas de venganza que no llevan a ningún lugar, sino a la confrontación entre pueblos de este país”.

Marisa de Simón, de Izquierda-Ezkerra, compartió que la ley de indultos de 1870 “requiere seguramente algún tipo de reformas”, pero anunció su voto en contra por la intención que rezumaba la proposición. De Simón defendió que el indulto “tiene que estar vinculado al interés general y social y a la injusticia cuando ésta se ha producido”.

Juego de palabras. “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren hablar de sexo?” Bakartxo Ruiz utilizó en varias ocasiones esta metáfora al referirse a la iniciativa de Navarra Suma. Defendió que los presos catalanes no deberían haber pasado “ni un minuto” en la cárcel, recordó el “exilio” de Carles Puigdemont, y advirtió sobre la persistencia de una vía “represiva”. Para la parlamentaria de EH Bildu “un Estado que se considera democrático no podría tomar por delito el que de forma democrática y pacífica se dé la palabra a la ciudadanía”. Ruiz dijo que no se pueden “poner puertas al mar” y se refirió también al autogobierno de Navarra. En su respuesta Jorge Esparza, de Navarra Suma aludió al juego de palabras. “Tanto hablar de sexo”, le he visto a usted un poco obsesionada, se lo tengo que decir”. “No es incompatible el sexo y el amor”, prosiguió.