- Unas declaraciones que en otro contexto no hubieran pasado de anecdóticas se han convertido en un importante foco de tensión entre los socios del Ejecutivo español, que inician el nuevo año con otro choque de notable intensidad. Y es que las palabras del ministro de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas han sacudido el tablero político y mediático, con una campaña de la derecha que carga con todo contra el dirigente de IU, mientras que el PSOE se niega a respaldarle y agranda la brecha en la coalición de Gobierno.

Ayer, la bronca entre socialistas y morados fue a más con la intervención del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, que en lugar de echar un cable a Garzón optó por desautorizarlo al tachar sus declaraciones a The Guardian de “bastante desafortunadas”. Es más, Planas lamentó que el titular de Consumo no consultara con él su posición sobre las explotaciones de ganadería intensiva. “Soy el ministro de Alimentación, si alguien habla de alimentación lo normal es que me llame”, criticó.

Por ello, en el Consejo de Ministros de ayer Luis Planas trasladó en persona su malestar a Alberto Garzón, incrementándose así la tensión entre las dos alas del Gobierno de Pedro Sánchez. “No ha habido la comunicación previa que es siempre de rigor. Cuando yo tengo algún tema que toca otro ministerio, normalmente nos llamamos y decimos lo que se va mencionar y cómo”, insistió el titular de Agricultura y Alimentación.

Por su parte, en Unidas Podemos denuncian el desamparo que sufre Garzón tanto por parte de Pedro Sánchez como por el resto de ministros socialistas que han rehusado salir en su defensa. Pese a ello, el PSOE ha prometido a sus socios que votará junto a ellos en el Congreso de los Diputados para tumbar la batería de iniciativas y recusaciones contra el ministro de Consumo que preparan desde PP, Vox y Ciudadanos.

A este respecto, Pablo Echenique explicó que su formación tratará de impedir “por dignidad” la tramitación de todas las iniciativas fundamentadas sobre el “bulo” que a su juicio se ha generado a partir de las críticas de Garzón a las macrogranjas.

En esa línea, los morados acusan a los socialistas de “bajar los brazos” ante la “política del bulo” al no respaldar al ministro y al haber permitido que las peticiones de reprobación de la derecha se admitieran en la Mesa del Congreso.

Por último, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, volvió a desautorizar a Garzón tal y como ya hizo la pasada semanas. Así, Rodríguez respaldó a Planas en su queja de injerencia en su negociado y calificó de “claras y elocuentes” las palabras del ministro de Agricultura.

Iniciativas de la derecha. El PSOE votará finalmente de la mano de Unidas Podemos y tumbará la peticiones de comparecencia en el Congreso de los Diputados del ministro de Consumo, Alberto Garzón, según indicaron fuentes socialistas a Europa Press. Así, los socialistas responden afirmativamente a la petición de Pablo Echenique de impedir en la Cámara la tramitación de toda la batería de iniciativas y reprobaciones planteada por PP, Vox y Ciudadanos. De esta manera, Garzón no tendrá que comparecer en la Comisión de Consumo, ya que ambos socios de Gobierno harán valer su mayoría para que las demandas de la oposición no prosperen.